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Apuntes sobre la flora del Valle de Lecrín: la belesa, una planta con virtudes narcóticas

En un mapa de 1895 del Instituto Geográfico y Estadístico encontramos el topónimo la “Hoya de la Belesa” también conocido como “Pelados” referido al municipio de Acequias

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Cuando llevamos a cabo el estudio y análisis de algunos elementos de la flora del Valle de Lecrín, debemos tener muy en cuenta uno de los principios generales de la toponimia, que determina que cualquier nombre de planta que queda reflejado como topónimo es porque en ese lugar existió o abundó en algún momento de la historia y por eso ha permanecido a través del tiempo, aunque ya esa especie botánica haya desaparecido del sitio.

En las normas para el Mapa Topográfico Nacional que publicó en 2005 el Ministerio de Fomento se define como un topónimo está formado por un término genérico y un término específico (Ej.: Sierra de Segura, Río Pisuerga). El nombre genérico identifica la naturaleza de la entidad geográfica denominada (Ej.: Pico del Lobo, Sierra Nevada) y el término específico es la parte del topónimo que identifica de manera peculiar la entidad geográfica denominada (Ej.: Sierra de Gredos, Río Negro).

En un mapa de 1895 del Instituto Geográfico y Estadístico encontramos el topónimo la Hoya de la Belesa también conocido como Pelados referido al municipio de Acequias. Ese término específico de la Belesa que aparece mencionado junto al genérico “hoya”, concavidad u hondura grande formada en la tierra’ nos indica que esa planta, la belesa, abundó en ese lugar. El Diccionario de la Real Academia la define así: “Planta vivaz de la familia de las lumbagináceas, como de un metro de altura, con tallos rectos, delgados y cilíndricos, cubiertos de hojas alternas, lanceoladas y ásperas, y coronados por flores purpúreas, muy menudas, en espiga. Tiene virtudes narcóticas”. Continúa el mismo diccionario haciendo referencia con ese término a una ‘planta que se emplea para emborrachar los peces y pescarlos’, y que procede de una base emparentada con el antiguo alemán antiguamente bilisa ‘beleño’ (hoy alemán bilsenkraut), tal vez céltica. Su primera documentación bališa aparece ya en autores mozárabes hacia 1100”. El Diccionario Crítico Etimológico de Corominas apunta que en castellano propio aparece velesa desde el siglo XIII. Otros nombres que recibe la planta belesa, cuyo nombre científico es Plumbago europea, es “altabaca” o “dentelaria”, porque se creía que masticando hojas de esta planta se calmaban los dolores de muelas. Derivado del apelativo de esta planta mediante el prefijo en- es el verbo embelesar que el Diccionario de la Lengua define como “suspender, arrebatar, cautivar los sentidos”, seguramente por esos efectos narcóticos que se dice que tiene la planta. En la foto inserta a continuación puede observarse la belleza de la planta en cuestión.

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