Desde la sierra de Mondújar hasta Béznar el paisaje cambia en innumerables ocasiones. Agua, olivos, cítricos, almendros y miradores. Por su enclave en la comarca, Lecrín muestra y en muchas ocasiones esconde decenas de miradores desde los que disfrutar de las vistas del propio municipio y también en los que poder apreciar la belleza de otros pueblos. Si la sierra emerge como un mirador por derecho propio del que poder ver Padul y Dúrcal, un paseo por Acequias te permite encontrarte de frente con Nigüelas. Desde el barrio de El Cerrillo se puede divisar Mondújar y Talará y si subimos a la ermita del Cristo del Zapato vemos Murchas, Talará, Mondújar y Chite. Desde este último pueblo podemos contemplar una panorámica única de Sierra Nevada y presenciar cómo la luz va transformando el paisaje a su antojo. Sin olvidar a Béznar, desde donde podemos descubrir la otra parte de esta zona, la que se ve desde el embalse y brinda su reflejo al valle.
El Ayuntamiento de Lecrín, conocedor de la belleza de sus parajes, tiene previsto embellecer el camino del canal que parte desde Talará y llega hasta Béznar. Como indica Pedro Titos, alcalde de Lecrín, “vamos a mejorar el carril que hay actualmente, poniendo algunos bancos, máquinas para hacer ejercicio y algunos miradores”, algo que sin duda hará más atractivo este camino. Así, los propios habitantes de Lecrín y todo aquel que visite el municipio podrá disfrutar de esta senda. “Nosotros vamos a hacer todo lo posible por conservar y adecentar todos los caminos, para que los que vivimos aquí y los que vengan de fuera se sientan realmente en un paraíso, que es lo que tenemos aquí”, dice Pedro Titos.