Celia Muñoz comenzó su andadura en Radio Padul en el año noventa, en un verano en el que desde las ondas de la emisora local sonaban las canciones de grupos como Tecnotronic, Locomía, OBk, Mecano, Radio Futura, Los Rebeldes, Danza Invisible o Duncan Dhu.
Desde entonces su voz ha acompañado, prácticamente a diario, a los paduleños y paduleñas y a todos los oyentes que escuchan el dial del 107.8 FM en el Valle de Lecrín. La llegada de internet ha hecho posible, además, que una de las voces más conocidas de Padul se escuche también en diferentes lugares del mundo, allí donde posiblemente algún paisano o paisana añore a su pueblo y gracias a Celia lo tenga un poquito más cerca. Y es que precisamente una de las cosas que más le gusta de su labor es la cercanía con la que la perciben los oyentes “somos un punto de referencia importante que utiliza la gente para informarse. Recibimos llamadas a diario de personas que nos preguntan acerca de infinidad de cosas: horarios, teléfonos, noticias, ofertas de empleo o convocatorias. A veces me llaman para pedirme consejo acerca de qué hacer de comer”, asegura entre risas.
A lo largo de su trayectoria profesional atesora cientos de anécdotas divertidas como la de una señora que se enfadó bastante por culpa de un malentendido “recuerdo que una vez en una sección dedicada a ofertas de trabajo y localización de objetos perdidos, entre otras cosas, anuncié que se había perdido una zapatilla y una señora entendió que se necesitaba alguien en plantilla, menudo mosqueo se pilló pensando que no quería informarle acerca del empleo”, recuerda.
Cuando vuelve la vista atrás, Celia reconoce que a lo largo de estas tres décadas su forma de hacer radio ha ido variando “con los años me he vuelto más yo a la hora de comunicar, sigo trabajando con el objetivo de ofrecer un servicio público a la audiencia, pero ahora dejo entrever más mi forma de ser y le aporto a mi trabajo mi puntito de locura”, reconoce.
Le gusta su trabajo y eso se nota “lo que más me gusta es transmitir e informar de las cosas de mi pueblo y de mi comarca” una labor que lleva a cabo siempre son su timbre optimista y su reconocible tono alegre. Su voz es una seña de identidad de Padul, un elemento que inspira familiaridad a sus vecinos y vecinas, “soy consciente de ello sobre todo cuando voy por la calle con las gafas de sol y la mascarilla y cuando hablo es cuando la gente me reconoce” asegura la locutora quien ha querido tener un recuerdo para todos los compañeros y compañeras que han pasado por la emisora a lo largo de su historia y en especial para su compañera actual, Carmen González de la que asegura “es mis pies y mis manos”.
