A Teresa Villena no se le olvidará nunca el día que cumplió 28 años porque fue el mismo día que se la reconoció como la mejor cantante de nacionalidad española en el VIII Concurso Internacional de Canto Alfredo Kraus.
El pasado 25 de septiembre tuvo, sin duda, el del mejor regalo de cumpleaños que podía haber deseado, tras una etapa de pandemia que no se lo ha puesto nada fácil a los artistas “han sido años muy duros y un tanto desesperantes para el mundo de la cultura” asegura esta joven que cuenta con una magnifica proyección en el mundo del bel canto.
Teresa comenzó a cantar en la Escolanía de Padul de la mano de Don Antonio Villena, luego estudió clarinete en el Conservatorio de Granada, hasta que un día tuvo claro que el canto era su vida “es mi manera de expresarme, si no canto no sé quién soy”, asegura esta joven con una voz portentosa que sueña con poder dedicarse profesionalmente a este mundo, sabe que no es nada fácil, pero le sobran ilusión, ganas y talento para conseguirlo.
Primero vivió en Madrid y actualmente reside en Florencia donde continúa formándose cada día para llegar a conseguir su objetivo, aunque pasa los veranos en Padul junto a su familia, “que es donde más me gusta estar”, afirma con satisfacción.
Dese Florencia fue desde donde superó la primera fase del Concurso Internacional de Canto Alfredo Kraus, la segunda fase la llevó a cabo en Gran Canaria consiguiendo una de las diez finalistas de entre 124 concursantes provenientes de 28 países.
En la gala final su voz estuvo acompañada por la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria que dirigió Óliver Díaz “fue una gran experiencia gracias a la gran profesionalidad de los músicos y del director”, finaliza.