Una veintena de agricultores de Restábal han mostrado su desacuerdo con la reseñalización llevaba a cabo por topógrafos de la Junta de Andalucía en sus fincas ubicadas junto al río en el conocido como “Pago de la Lauda”.
Los afectados aseguran no entender como la nueva señalización, efectuada hace unas semanas, difiere en algunos puntos en casi nueve metros respeto a la línea de expropiación que fue realizada en sus fincas por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en el año 1985, cuando se finalizó la construcción y se procedió al llenado del pantano de Béznar.
Esta mañana, a instancias del Ayuntamiento de El Valle, Javier Lara, técnico responsable de Dominio Público e Hidráulico de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, ha mantenido una reunión con parte de los agricultores afectados en el salón de plenos del consistorio.
Lara ha explicado a los asistentes la actuación prevista dentro del proyecto de Restauración hidrológico forestal de la Cuenca de Río Beznar con cargo a los Fondos de Resilencia del Gobierno, a través del cual se va a llevar a cabo el acondicionamiento de la cola del pantano en Restábal. En concreto está prevista la creación de un área recreativa en la parte derecha del río, donde se va a instalar una zona recreativa y de ocio En la parte izquierda, donde se encuentran las fincas afectadas por la nueva señalización, se va a proceder a la adecuación y ensanchamiento del camino. Precisamente para realizar esta actuación es por lo que los técnicos de la Junta han procedido a reseñalizar las fincas dando lugar a la controversia en cuanto a las diferencias de medición llevada a cabo hace 37 años.
Después del encuentro en el ayuntamiento, el responsable de la Junta de Andalucía ha acompañado a los agricultores a sus parcelas para conocer la situación sobre el terreno. Tras la visita a las fincas se ha llegado a la conclusión de que habrá que consultar exhaustivamente la documentación que puedan aportar ambas partes para resolver los posibles errores que se hayan podido cometer.
Tal y como explicaba Gabriel Ruiz, en nombre del resto de los agricultores afectados “necesitamos que nos den una explicación convincente de por qué no cuadra la última medición con la que se hizo en el momento de la expropiación. Siempre hemos accedido a ceder parte de nuestro terreno por el bien común y entendemos que si tienen que volver a expropiar lo justo es que nos paguen por ello. Por nuestra parte vamos a seguir luchando para que no nos quiten la tierra que es nuestra, vamos a ponernos en manos de un topógrafo para que busque las coordenadas y los planos antiguos y aclarar la situación.”
