Dice una conocida canción que después de la tormenta siempre llega la calma, pero en este caso tras la calima lo que ha llegado ha sido la suciedad. El barro ha quedado impregnado en vehículos, cristales, fachadas y aceras y es el momento de limpiarlo antes de se seque y eliminarlo se antoje aún más complicado. Esta mañana todo el mundo se afanaba en intentar dejarlo todo como antes de que la borrasca Celia nos dejara a su paso toneladas de arena rojiza proveniente del Sahara.
En Padul, como en el resto de municipios de la comarca, los empleados municipales han comenzado las labores de limpieza en edificios municipales y accesos a los puntos más transitados para ir extendiéndose al resto del municipio en los próximos días. También en los colegios e instalaciones deportivas se trabaja sin descanso para que todo vuelva a la normalidad con condiciones óptimas de limpieza.
Además, esta mañana varias personas se han puesto en contacto con el Ayuntamiento de Padul para ofrecerse como voluntarias a ayudar en los trabajos de limpieza a personas mayores sin hijos/as, con movilidad reducida o sin recursos. Un gesto que han aplaudido desde el consistorio desde donde animan a cualquier persona que quiera colaborar en este sentido a comunicarlo en el Ayuntamiento.