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Maryem Bnissef: «En Marruecos está mi corazón y en el Valle de Lecrín está mi vida»

Aunque lleva poco tiempo en Lecrín, parece que Maryem siempre ha vivido aquí. Puede que sea por su alegría o por la energía que desprende, o porque como ella dice, se siente como en Marrakech natal. Ella es lecrinense por la casualidad del amor o quizá por el destino, que le ha llevado a tener en casa a un príncipe y a una reina. Junto a Richard, Amir y Rania, está su vida

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¿Cómo llegaste al Valle de Lecrín y más concretamente a Talará?

Por casualidad. Conocía desde 2008 a un primo del que hoy es mi marido pero habíamos perdido el contacto. En 2018 me lo encontré, me habló de su primo y me preguntó que si quería conocerlo, y a partir de ahí, el amor.

Al llegar aquí ¿Qué fue lo que más te gustó?

Recuerdo la primera vez que me llevó a Melegís, el camino de ida. Y el pantano, me llamó mucho la atención. Me encantó.

Marruecos y Andalucía están muy cerca ¿En qué nos parecemos andaluces y marroquíes?

En muchas cosas, pero sobre todo en las fiestas y en la amabilidad. Aquí en Andalucía me siento como si estuviera en mi país, porque llevo aquí catorce años. Yo lo veo igual, en los colores, en la alegría de la gente… y me encanta Granada.

¿Qué piensas que tiene el Valle de Lecrín que no tenga otra zona de Granada?

Sobre todo la tranquilidad y el ambiente, pero también el aire puro que no encuentras en la capital.

¿Qué echas de menos de Marrakech?

Simplemente mi familia, porque aquí siento que estoy en mi hogar. Siempre echo de menos a mi familia, porque otras cosas como la comida la puedo hacer aquí.

¿Qué te traerías de allí?

Sin duda, la plaza de Yemaa el Fna, que es la plaza principal de la ciudad. Y también la alegría y la felicidad de la gente. Me encantaría tener todo eso aquí.

Aquí has formado una familia ¿Qué les cuentas sobre Marruecos?

Todo. Que parte de su familia es de allí, que yo soy de allí, que hablo árabe y de hecho le estoy enseñando poco a poco el idioma. Ellos han estado en Marruecos y les encanta la zona, de hecho mi niño me pide que vayamos más.

Tus hijos se llaman Amir y Rania ¿Tienen algún significado especial?

Amir significa príncipe y cuando nació la niña le pusimos Rania por la reina de Jordania. Así que tenemos un príncipe y una reina en casa.

¿Cómo les explicas a tu familia y a tus amigos de Marrakech cómo es esta zona?

A mi familia le encanta el Valle de Lecrín por tener todo tan cerca, la montaña y la playa al lado. A mis amigos les hablo sobre todo de la tranquilidad, y de cómo puedes tener la playa y la montaña muy cerca, además de disfrutar de una comida muy rica.

¿Tienes en mente algún proyecto para acercar Marrakech y el Valle de Lecrín?

Tengo un familiar que trabaja en la fundación CODENAF, que ayuda a personas del norte de África, y me ha ofrecido abrir aquí una oficina para hacer lo mismo. Creo que todos ganaríamos tendiendo puentes.

¿Por ahora no tienes pensado volver a Marruecos?

Por ahora no, puede que cuando mi marido y nos jubilemos sí. Pero no siento la diferencia entre allí y aquí, en Marruecos está mi corazón y en el Valle de Lecrín está mi vida, y no puedes separar ambas cosas.

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