Joaquín Rejón se despide, a través de esta carta de su compañera Rocío León, la primera maestra con discapacidad intelectual que obtuvo su plaza en unas oposiciones docentes en España
Querida compañera:
Esta semana has emprendido el último viaje de tu vida, un viaje hasta el cielo. Desde que llegaste a este mundo, encontraste multitud de obstáculos y piedras en tu camino. Sin embargo, la discapacidad intelectual con la que naciste no te impidió cumplir tu sueño de ser maestra, la primera en España con esa dificultad.
Llegaste el primer día de este curso escolar para presentarte y contarnos que estabas superando un cáncer de mama. Aún recordamos esa sonrisa tan tierna, esa mirada tan pura y ese entusiasmo tan contagioso. Estabas deseando incorporarte a tu puesto de trabajo y hacer lo que más te gustaba: enseñar.
Decidiste entregar tu vida al servicio de los demás y volcarte en los más necesitados. Por eso no dudabas en viajar a África para hacer voluntariado con los niños más pobres. Querías para ellos las mismas oportunidades y logros que tú habías conseguido. Aunque eso supusiera tener que parar y posponer tu tratamiento de quimioterapia. Tu manera de afrontar la vida y tu legado humano ya son eternos.
El maldito cáncer no pudo contigo. Pero, desgraciadamente, la carretera te apartó de nuestras vidas. Has regalado lo mejor de ti a cada persona que has conocido, pero te has ido demasiado pronto. Aún te quedaba mucho por enseñarnos. Aún teníamos que vivir grandes momentos a tu lado. Tu pérdida nos ha consternado. Tu brillo, tu luz y tus ganas de vivir perdurarán por siempre en cada rincón de este centro educativo. Tus compañeros del C.E.PER. de Adultos Valle de Lecrín siempre te recordaremos. Te echamos mucho de menos Rocío. Puedes estar muy orgullosa de todo lo que has conseguido. Tuviste incluso la ocasión de despedir el año 2019 presentando las Campanadas en Canal Sur TV junto a tu gran amigo Pablo Pineda. Ahora somos nosotros los que nos despedimos de ti con la mayor de las tristezas.
Has sido y serás siempre un ejemplo de superación y un espejo en el que se reflejarán las personas con discapacidad. Porque tú decidiste transformar tu discapacidad en oportunidad. Esa era tu filosofía de vida. En este, tú último viaje, te ha acompañado tu pareja, tu inseparable Javier. Ahora os toca seguir cuidando cada día el uno del otro. Por favor, Rocío. Sigue dándonos lecciones de vida desde el cielo. Esa vida que tanto amabas.