Inma Gordo empezó a recaudar dinero para arreglar la iglesia de Ízbor allá por 2015. Tras numerosas acciones, rifas y fiestas populares, ha logrado por fin la cantidad necesaria para restaurar la iglesia de San José de su pueblo. “Pensaba que nunca llegaría este día y la verdad es que me siento emocionada. Es mucho tiempo invertido y ganas, pero merece la pena”, asegura esta izboreña que siete años después está viendo recompensado su esfuerzo.
Hace unos días que daban comienzo las obras que está previsto finalicen en el plazo de entre quince y veinte días.
El templo, que data del siglo XVI, acumula numerosos desperfectos sobre todo en el tejado donde hay que retirar las tejas en mal estado y reponerla. Además el edificio presenta socavones en los muros de la parte exterior y humedades en las paredes y techos en el interior. La peor parte se la lleva la sacristía cuyo techo que estaba totalmente desprendido va a quedar, tras la intervención, al descubierto a modo de patio, “porque el presupuesto no nos da para más”, asegura Inma.
Los trabajos están contando con la colaboración del ayuntamiento de El Pinar que ha aportado tanto la maquinaria para realizar los portes como el material.