A Diego Puerta le encanta ir a ver los partidos del Granada, pasear por el campo en Dúrcal, tomarse un vaso de vino con su padre en algún bar de la plaza, placeres a los que renuncia a pesar de vivir en París de lunes a viernes y de viajar por medio mundo por su trabajo. Recientemente ha sido nombrado nuevo director general de Lactalis para la zona de Asia, África y Oceanía que unificará el negocio y los equipos de los perímetros, hasta ahora separados, África y Oriente Medio y Asia y Oceanía. Bajo su dirección estarán más de 19.250 personas, 51 fábricas, un volumen de negocio de 3.257 millones de euros en 2022 y más de 3.100 millones de litros de leche recogida.
Actualmente tu lugar de residencia es la París ¿qué te llevó hasta allí?
Vine a España en el 93, después de haber pasado mis primeros 25 años en Francia. Empecé a trabajar en Puleva, en 2017 cuando era director general de Puleva y cuando llevaba cinco años siéndolo me ofrecieron la posibilidad de ser director general de Galbani, que es el líder de los quesos italianos a nivel mundial. Decidí salir de mi zona de confort, opté por coger la oportunidad y probarme un poco. Después de dos años me ofrecieron incorporarme al comité de dirección del grupo Lactalis en París.

¿Vuelves a Dúrcal cada vez que puedes?
Sí, vuelvo mínimo dos veces al mes, aunque mi trabajo me hace estar en Francia y viajar a otros países del mundo. Me autoimpuse la regla desde que salí de Granada de volver a visitar a mis familiares una vez cada quince días y salvo excepción lo estoy cumpliendo. Tengo la sensación de que, aunque parezca que me he ido, realmente no lo he hecho.
Tu infancia y primera juventud la viviste también en Francia, ¿has notado mucha diferencia entre el país que dejaste y el que has vuelto a encontrar?
La realidad es que nosotros veníamos como mínimo un par de veces al año y largas estancias, por lo que yo he sido durqueño desde que nací, lo he tenido muy claro. He estado viviendo en Francia, pero siempre con las raíces muy claras. Soy un durqueño por el mundo, y aún diría más, soy un almociteño por el mundo.
¿Qué cambiarías del Valle de Lecrín?
Después de haber recorrido más de 50 países y haber vivido en 6 de ellos, tengo que decir que estoy absolutamente convencido de que España, Granada y el Valle de Lecrín son los mejores sitios en los que puede vivir una persona. Hay un equilibrio entre calidad de vida, paisajes, gente amable, coste de la vida. Pero lo que cambiaría, no solo en el Valle de Lecrín, sino para Andalucía en general es el desarrollo del emprendimiento en la educación. Falta cultura del emprendimiento, crear valor, desarrollar proyectos… tenemos unos recursos maravillosos pero sin embargo falta iniciativas empresariales que los pongan en valor, y que creen un mayor número de empleos en la zona, lo que permitiría que la gente se quedara en un lugar.
¿Qué sensaciones te comentan las personas a las que has traído al Valle de Lecrín?
Lo primero es sorpresa, ya que la zona es una gran desconocida porque se ha promocionado de manera muy escasa, y poca gente puede imaginarse que entre Granada y la Costa puede haber un lugar tan maravilloso. También tenemos la suerte de que las personas son amables, de manera natural, hay una capacidad innata para acoger al que viene de fuera de una manera no comercial.

