El pueblo de Albuñuelas se rezará por el descanso eterno de Felipe Molina en el día del primer aniversario de su fallecimiento, el próximo 24 de abril, a las 20 horas. Don Felipe, que fue párroco de Albuñuelas y Saleres falleció a los 56 años tras sentirse indispuesto cuando conducía.
Los que lo conocieron solo tienen buenas palabras para él, y todos coinciden en que era una persona que se dedicaba por entero a los demás. Porque para Felipe no existían horarios, algo que para algunos podía ser irritante, pero siempre era un consuelo para aquella persona que lo necesitara. En Jayena, Fornes, Arenas del Rey, Mondújar, todo el Valle de Lecrín, pero también en La Alpujarra y en la Costa hoy recuerdan a este hombre extremadamente bueno, “un santo en la tierra”, aseguran muchos.
En la parroquia de Albuñuelas el rezo tendrá lugar el lunes 24 de abril, a las 20 horas. Previamente, el sábado 22, también a las 20 horas, se rezará por su alma y, además, será una de las oraciones en la celebración del Sacramento de la Confirmación, que tendrá lugar el 28 de abril. Esta oración en concreto, durante la celebración del Sacramento, es “de alguna manera” hacer presente a Felipe Molina, ya que estaba muy vinculado a los grupos de jóvenes del pueblo. Tanto es así, que algunos de los jóvenes fueron precisamente quienes llevaron su féretro el día de su funeral, para las exequias en la parroquia.
