La estrategia de tratamiento depende en primer lugar de la afectación que padezca el paciente.
En términos generales contamos con las siguientes herramientas: Psicoterapia, Fármacos, Estilos de Vida y Remedios caseros, Medicinas Alternativas y Estrategias de Afrontamiento y Apoyo.
Psicoterapia, es la terapia psicológica, consiste en trabajar con el terapeuta para disminuir los síntomas de la ansiedad. La técnica más efectiva es la Terapia Cognitiva Conductual, consistente en la enseñanza de habilidades para controlar las preocupaciones y ayudar a retomar las actividades anteriores.
Fármacos, se utilizan ansiolíticos y antidepresivos, suelen ser efectivos, pero es conveniente limitar su uso en el tiempo e ir adaptándose a la situación que vive el paciente en cada momento.
Estilo de Vida y Remedios caseros, son muy importantes y favorecen de manera eficaz la respuesta al tratamiento. Es importante permanecer activo físicamente, dormir suficiente, usar técnicas de relajación, comer de manera saludable, evitar el alcohol y drogas, evitar tabaco y café. Son normas generales, pero funcionan.
Medicina alternativa, existen tratamientos con hierbas (fitoterapia), pero es difícil conocer la dosis exacta en cada caso, aunque es cierto que en muchas ocasiones tienen efecto relajante. Es necesario ser prudentes en su utilización.
Otras técnicas como la Acupuntura y Electroacupuntura han demostrado su utilidad, actúa movilizando diferentes neurotransmisores que producen relajación.
Estrategias de Afrontamiento y Apoyo, es importante la parte que corresponde al paciente para conseguir resultados terapeúticos:
Cumplir el plan de tratamiento, asistiendo a las diferentes sesiones y poniendo en práctica las habilidades aconsejadas por los terapeutas. La constancia es muy importante. Asimismo, es importante la adopción de medidas para determinar qué es lo que causa la ansiedad.
Es importante mantener las relaciones sociales tanto con los familiares, como con las amistades.
Unirse a grupos de apoyo para personas con ansiedad, fomenta la comprensión y compartir experiencias.
Como hemos podido apreciar el tratamiento de la ansiedad no es sólo el prescribir un fármaco, y que el paciente se defienda como puede, sino que requiere establecer una verdadera estrategia para conseguir controlar la enfermedad.