El Ayuntamiento de Lecrín ha emitido un bando de alcaldía a través del cual se insta a la ciudadanía, organismos, empresas y demás colectivos sociales, a un uso racional, responsable y solidario de un bien escaso, como es el agua y a un esfuerzo colectivo y solidario para alcanzar el objetivo de ahorro que nos permita preservar las reservas actuales. y, por otro, nos garantice el suministro de agua potable hasta que las lluvias hagan recuperar las reservas de las que disponen.
Esta situación de preocupante sequía se debe a que desde hace varias anualidades, las precipitaciones en nuestra zona han sido insuficientes para poder dar solución a la demanda que existe por el uso y disfrute de agua. En la actualidad el sistema se encuentra en alerta por escasez de recursos, así lo explicaba a través de las redes sociales del consistorio el alcalde Pedro Titos, quien aseguraba «nos cuesta un mundo, llenar los depósitos que a veces se quedan prácticamente vacíos. Casi todos los nacimientos de la sierra se han secado, al pozo del aljibe de Mondújar que abastece al depósito de Talará apenas llega un hilo agua, vamos a intentar ahondarlo porque al parecer hay agua a mayor profundidad. Además, el motor del pozo de Acequias que abastece a Mondújar, Talará y Chite se fundió la semana pasada. En Chite también tenemos problemas. Por todo esto estamos trabajando 24 horas para que no haya problemas a la hora de abrir el grifo, pero cada vez nos está costando más”.
Tal y como continúa el comunicado, en la actualidad el sistema se encuentra en alerta por escasez de recursos y esta situación, obliga a esta alcaldía a la adopción de una serie de medidas para que no se use el agua potable en aquellos casos no indispensables. Por ello se hace imprescindible asegurar tanto el abastecimiento de uso doméstico como el necesario para mantener los procesos productivos de las empresas, suprimiendo, en cambio, los consumos de uso ornamental, recreativo y cualquier otro que no sea esencial, aunque ello suponga algunas molestias e incomodidades.
Por un lado, se recomienda, a la población en general, la puesta en marcha de prácticas domésticas tendentes al ahorro, tales como la optimización del uso de electrodomésticos como lavadoras o lavavajillas, o la racionalización de los tiempos de ducha, entre otras.
Por otra parte, con el objetivo de reducir el consumo de agua se prohíbe el uso de agua potable para riego o baldeo de viales, calles, sendas y aceras, de carácter público o privado. También se prohíbe e llenado de piscinas, estanques y fuentes, privadas o públicas, que no tengan en funcionamiento un sistema de recuperación o circuito cerrado, fuentes para consumo humano que no dispongan de elementos automáticos de cierre, el lavado con manguera de toda clase de vehículos y cualquier actividad que implique un elevado consumo de agua no imprescindible.