¿Por qué razón viniste al Valle de Lecrín?
A través de contactos que mis padres tenían en la Universidad de Granada, en el año 1982 compraron una casita para vacaciones en Nigüelas, así mi familia venía todos los veranos desde entonces.
Yo vine a vivir a Nigüelas en el año 1994 después de finalizar mis estudios en Inglaterra.
¿Y más concretamente a Nigüelas?
Mis padres recorrieron todo el Valle hasta encontrar una casa con las características que estaban buscando y eligieron Nigüelas por su ubicación y por lo bonito que era el pueblo. Además, en aquel entonces no había autovía y era importante poder llegar a Granada capital con facilidad.
Yo, en los casi 30 años que llevo viviendo en el Valle, he residido en distintos pueblos, pero siempre he vuelto a Nigüelas. Me gusta sobre todo el hecho de que sigue siendo un pueblo pequeño y típico, pero con mucha vida y espíritu propio.
¿Qué fue lo que te cautivó de esta zona?
El haber visitado de forma repetida el pueblo desde que tenía 11 años y ser el Valle el lugar al que yo siempre quería volver, tuvo como resultado el que de forma natural yo fuera echando raíces aquí.
¿Qué es para ti Nigüelas y el Valle de Lecrín?
Es mi hogar, donde vivo, trabajo y donde tengo mi familia.
¿Qué echas de menos de Reino Unido?
Obviamente, la familia y amigos que quedan allí, pero aparte de eso no mucho más porque toda mi vida de adulto la he pasado aquí.
Ahora eres joyero ¿Consideras que el Valle de Lecrín es un buen lugar para inspirarte y crear?
Mi viaje como artesano empezó hace 25 años con un taller de forja artística, primero en Padul y después en Nigüelas. Hace 6 años después de operarme de la espalda me reinventé como artista y joyero. Hago joyas con diseño y elaboración propia de forma 100% artesanal. Trabajo principalmente la plata además del cobre y el latón. En los últimos años también pinto escenas del pueblo en acuarela. Tengo un pequeño taller y exposición en la Plaza de la Constitución en Nigüelas.
El Valle del Lecrín es un lugar idóneo para este tipo de actividad porque su tranquilidad fomenta, al menos en mí, la creatividad e inspiración. También hay una comunidad importante de gente semejante que crea un ambiente propicio para el arte.
¿Cómo le explicas a alguien que no conoce el Valle de Lecrín cómo es esta zona?
El Valle del Lecrín, es una zona atractiva, con una ubicación fantástica a mitad de camino entre la capital y la costa, con bellísimos espacios naturales y pueblos con mucho encanto y vida que no han perdido su autenticidad. Es un lugar donde se asientan tanto personas extranjeras como autóctonas, siendo la convivencia tranquila y cordial. Los pueblos pequeños y medianos son agradables y bien cuidados ofreciendo en general, gran cantidad de servicios a sus gentes. El Valle del Lecrín es una auténtica maravilla cuando florecen los cítricos y el olor a azahar lo invade todo.
¿Qué piensas que tenga esta zona que no tengan otras?
He visitado gran cantidad de zonas rurales en España y muchas tienen encanto. La diferencia más destacada para mí es que el Valle del Lecrín tiene gran cantidad de servicios, buenas comunicaciones, y conserva su autenticidad, al menos por ahora.
¿Piensas que Nigüelas es tu hogar?
Tras 30 años en esta zona me considero ‘lento’. La mayor parte de mi vida está hecha en este pueblo donde quiero estar y seguir estando.
