El Valle de Lecrín es una zona privilegiada, situada al sur de Granada, que conecta la ciudad y Sierra Nevada con la Costa Tropical. Es, por lo tanto, una zona de transición de diferentes paisajes. Los cultivos de naranjos, limoneros, olivares y almendros, así como las depresiones formadas por sus ríos y los pueblos blancos llenos de tradición y riqueza cultural, conforman un destino emergente que ofrece un patrimonio único e irrepetible a lo largo de sus 460 km2. Un total de 23.378 habitantes (según datos oficiales del Padrón 2022) dan vida a los ocho municipios y a las localidades que los comprenden (Albuñuelas, Dúrcal, Padul, Nigüelas, Villamena, Lecrín, El Pinar y El Valle).
En lo que respecta a su fisionomía, el Valle de Lecrín está formado por una gran depresión y por la meseta de Albuñuelas. Los ríos Dúrcal, Albuñuelas y Torrente, afluentes del río Ízbor, han dado lugar a profundos barrancos que han modelado el paisaje característico de la zona y que pueden conocerse a través de impresionantes rutas y senderos.
Su clima mediterráneo continental ofrece agradables temperaturas a medida que nos aproximamos al valle. Su bonanza climática ha sido decisiva para el desarrollo de una actividad agraria de carácter minifundista. Tradicionalmente, la economía en nuestra comarca ha estado enmarcada por el sector primario, lo cual nos ha permitido contar con un rico patrimonio tangible vinculado a la agricultura y al desarrollo de las labores tradicionales. Posteriormente, se han desarrollado otras actividades ligadas al sector industrial en los municipios con mayor población, como es el caso de Padul y Dúrcal. En la actualidad, las actividades terciarias constituyen el mercado más dinámico, destacando la prevalencia del turismo rural y su incipiente desarrollo y evolución.
El Valle de Lecrín está situado en una posición estratégica entre la capital de Granada, Sierra Nevada y la Costa Tropical. Por otro lado, nuestro Valle de Lecrín está considerado como punto de acceso próximo a la Alpujarra granadina, quedando muy cercana la Ciudad Termal de Lanjarón, puerta de entrada al resto de pueblos alpujarreños.
El turismo en el Valle de Lecrín dispone de una oferta aproximada de 1.000 plazas en alojamientos turísticos hoteleros (datos del Registro de Turismo de Andalucía en 2019), repartidos en hoteles, pensiones y casas rurales. Asimismo, el turismo gastronómico es uno de los puntos fuertes de la zona debido a la riqueza de los productos típicos y a la tradición mozárabe de sus platos. La práctica de deportes en la naturaleza es otro de los productos turísticos más relevantes, unido al incipiente turismo cultural que tiene como objetivo principal la puesta en valor del patrimonio tangible histórico-artístico del entorno. Molinos medievales, iglesias mudéjares, casas señoriales, atalayas y torreones nazaríes, y puentes de origen romano o musulmán, son algunos de los tesoros que pueden descubrirse realizando turismo en el Valle.
La comarca del Valle de Lecrín es un destino que recibe visitantes nacionales en la mayor parte de los casos. La puesta en valor de sus recursos y patrimonio desde el punto de vista turístico es una actividad que se está desarrollando de manera relativamente reciente. Por ello, es fundamental la labor de asociaciones como es el caso de Granada Rural Sur, y de grupos de acción local, junto con el apoyo de los ayuntamientos y otras administraciones públicas para dinamizar la zona y atraer a un mayor número de turistas tanto a nivel nacional como internacional. En la actualidad, se están desarrollando una serie de proyectos para sensibilizar a la población y los actores locales de la importancia que tiene la puesta en valor turística de su patrimonio natural y cultural. La realización de ferias gastronómicas y artesanales, así como la puesta en marcha de iniciativas coordinadas por la Asociación de Turismo del Valle de Lecrín son fundamentales para la promoción y puesta en valor de nuestra comarca. Aún queda mucho camino por delante, pero el primer paso es ser conscientes del elevado potencial de esta comarca rural y de la gran riqueza natural, paisajística, gastronómica, histórica y cultural de nuestro Valle de Lecrín.