Como cada 19 de enero, mañana por la tarde, San Sebastián y la Virgen de los Remedios, partirán desde su ermita hacia la iglesia Santa María La Mayor de Padul, flanqueados por hogueras y acompañados por el canto del himno de los paduleños y paduleñas.
De nuevo se volverá a vivir uno de los momentos, sin duda, más emotivos del año en la localidad en los que tanto el trono del Santo como el de la Virgen de los Remedios, lucen flamantes para sus días grandes. Algo que es posible gracias al trabajo altruista de un grupo de personas, que, desde hace más de tres décadas, se afanan por preparar durante los días previos ambos pasos. Los encargados de dicha labor son Luis Villena junto los hermanos José y Antonio Moreno y Manuel Fernández ayudados por otros devotos como José Peseta que desde hace unos años tampoco falta a la cita en la ermita.
La tradición de preparar y estar pendientes de todo lo que se necesita para que San Sebastián y la Virgen de los Remedios procesionen durante la festividad, es algo que ha pasado de generación en generación. Ahora son también los hijos y los nietos los que ayudan y echan una mano ellos eran los encargados, cuando eran niños y niñas, de hacer sonar la campana que aún tenía cuerda para anunciar el comienzo del traslado.
San Sebastián lucirá este año en su trono, como es habitual, flores en tonos rojo blanco y verde, y vestirá sus faldas blancas que se suelen alternar cada año con las que las mujeres del taller de Bordado en Oro le regalaron hace unos años. La virgen llevará flores verdes y rojas rosadas. Junto a las flores, al trono del patrón de Padul, tampoco falta la tradicional rama de laurel, que es aportada por un vecino tras cultivarla durante todo el año para la ocasión, este año es la gran y lustrosa rama ha sido criada y donada por Valentín Muñoz.
Ya está prácticamente todo preparado para el traslado y la procesión, gracias a la devoción y dedicación de los encargados de engalanar al Patrón de Padul y a la Virgen de los Remedios.