El hombro es la articulación de mayor movilidad en el cuerpo humano. Un grupo de cuatro músculos y sus tendones, llamado manguito rotador, le da al hombro su amplio rango de movimiento.
Se caracteriza por síntomas en las distintas articulaciones, músculos, tendones y bursa involucrados en el movimiento del hombro. La aparición del mismo es variable, puede producirse sin causa directa, o bien relacionarse con traumatismo, movimientos repetitivos o algún acontecimiento neurológico; puede ser un problema local de la articulación o estar relacionado con un problema originado en otro lugar.
En cualquier caso el dolor se produce cuando los tendones del manguito rotador quedan atrapados bajo la zona en el hombro. Los tendones se inflaman o se dañan. Esta afección se denomina tendinitis del manguito rotador o bursitis.
Es necesario realizar una Historia Clínica y un examen físico detallados. Considerar la edad del paciente, su actividad laboral y deportiva. El antecedente de trauma es un dato fundamental de la historia, pues nos permite orientar el diagnóstico diferencial y la necesidad de imágenes. Es necesario describir las características del dolor: si hay rigidez (considerar capsulitis adhesiva, artritis glenohumeral), sensación de inestabilidad, bloqueo o miedo a realizar movimientos (pensar en dislocación), relación con los movimientos (al elevar los brazos en patología del manguito rotador, o al lanzar objetos en inestabilidad glenohumeral), entre otros. Importante descartar que el dolor sea referido, principalmente de la región cervical (rigidez, irradiación del dolor más allá del codo), y causas extrínsecas de dolor como síndromes coronarios, procesos subdiafragmáticos y síndrome miofascial. Habitualmente el dolor por causas extrínsecas será evidente por la historia, pero otra forma de distinguirlo es mediante la movilidad del hombro, la cual estará conservada si el dolor es referido.
Es muy importante la realización de un diagnóstico diferencial para establecer la estrategia de tratamiento a adoptar, que además debe estar en consonancia y adaptada a las actividades y modo de vida del paciente.