Un centenar de personas se han reunido hoy en la Casa de la Cultura de Lecrín para interesarse sobre el estado de las obras de la iglesia de Talará. La cita ha comenzado con una puesta al día sobre la comunicación que se mantiene con el Arzobispado de Granada, responsable último del templo talareño. Acto seguido se han leído dos cartas enviadas a la institución eclesiástica, en las que se recoge sobre todo la tristeza de los fieles por no poder visitar la iglesia ni celebrar en ella bautizos, bodas, comuniones ni entierros. Desolación ha sido una de las palabras utilizadas para definir el sentir de cientos de talareños, que llevan casi 3 años sin iglesia, y que actualmente tienen que ir hasta la ermita del Santo Cristo para asistir a misa; sin olvidar a muchos jóvenes que no pueden casarse en su iglesia o a otros que tienen que escuchar la misa del entierro de los suyos en otra localidad. A esto hay que sumar que en la ermita del Santo Cristo no hay espacio para albergar a una gran cantidad de fieles y las dificultades de movilidad con la que se encuentran las personas de edad avanzada.
También se ha contado con la intervención de un arquitecto de la localidad, que ha explicado la dificultad de la remodelación de la iglesia y de todas las intervenciones que se tendrían que hacer para respetar el aspecto y las características originales del templo. En concreto, el experto ha asegurado que habría que desmontar la cubierta y la bóveda de yeso, aquejadas sendas por el paso del tiempo.
En la reunión se ha discutido sobre la posibilidad de reunirse en la puerta de la iglesia los domingos a las 20:00 horas, aunque el sacerdote no esté dispuesto a decir la misa en la plaza. Desde la hermandad se ha pedido al alcalde de Lecrín, Pedro Titos, que ha estado presente en la cita, que les dé seguridad para reunirse cada domingo, petición que el alcalde ha aceptado sin dudarlo.
De forma paralela, han sido muchos los fieles que han intervenido en la reunión para mostrar su tristeza e incomprensión por el cierre de la iglesia. Además, se ha discutido sobre la posibilidad de hacer una colecta casa por casa para la remodelación de la iglesia con el fin de sumar más dinero.
Fue el 17 de junio de 2018 cuando la iglesia de Talará cerró sus puertas. En pocos días se cumplen tres años, y el pueblo dirá cuanto tiempo más sigue sin ver la luz.