En la década de 1990 la Organización Mundial de Turismo (OMT) dio la definición de este concepto: “El turismo comprende las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias lugares distintos al de su entorno habitual, por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año con fines de ocio, por negocios y otros”.
En la actualidad el turismo se ha convertido en una actividad económica de reconocida importancia que mueve a muchísimas personas por todo el mundo y también mucho dinero. El concepto de turismo nace en el siglo XIX, eran desplazamientos con fines de ocio descanso cultura salud negocios o relaciones familiares.
En el siglo XVII se inicia la costumbre inglesa de que los jóvenes al terminar sus estudios eran enviados a viajar por otros países europeos a hacer el Gran Tour, para completar su formación por un periodo que podía durar de tres a cinco años. Del término gran tour procede la palabra turismo y turista. Fue el profesor Jafar Jafari quien afirmó a finales del siglo XX que “el turismo es más que un arte”.
El Valle de Lecrín no ha sido, hasta hace poco, un sitio turístico de relevancia, pero sí es cierto que desde época muy antigua era una importante vía de comunicación por dónde han circulado numerosos viajeros. Camino obligado entre Granada la costa y la Alpujarra.
Podemos citar como ejemplo que, según algunos autores era un camino que ya usaban los fenicios para llevar su mercancía desde sus factorías de la costa hacia el interior de la provincia o la importancia en época musulmana o en la época del reino nazarí de Granada para comunicarse con el norte de África.
Al principio del siglo XX se pusieron de moda los baños de la playa y era toda una aventura llegar hasta ella. El viaje se hacían diligencias con capacidad para 14 -15 personas. Partían de la Acera del Darro y tardaban 17 horas por una carretera sin asfaltar y polvorienta. Se realizada el cambio de caballos en Padul, Béznar y Vélez. El Valle pues, era paso de apuestas obligado.
Se mejora el conocimiento de esta zona con la tesis doctoral del profesor de la Escuela de Turismo Alhamar y futuro catedrático de la Universidad de Granada, Francisco Villegas Molina, que hace un profundo estudio de la zona.
Para finalizar seguimos la obra de Pedro Antonio de Alarcón “La Alpujarra” donde narra el viaje que realizó a la Alpujarra en 1872 y cómo describe el Valle a su paso. “Dúrcal no solo era alegre y no risueño animado y bullicioso. Talará lugar gozoso como su nombre, una elipse de regular perímetro circundada de cerros de diversos colores y cuajada todas ella de arbolado, viñas praderas, cortijos, lugares y riachuelos”…. bien hicieron los moriscos en denominar a aquel valle de la alegría.