Lanjarón ha sentido la pérdida de María Delgado López, fallecida el día de la Virgen de los Dolores, a la que adoraba tanto, a los 88 años de edad. Su marido Mariano Soto, maestro de música y cabo de los municipales durante cuatro décadas en Lanjarón murió veinte días antes que ella, también a los 88 años de edad. La misa corpore in sepulto ha sido oficiada por el sacerdote de Lanjarón, Antonio Jesús Heredia, asistido por el diácono permanente Joaquín Gálvez. María nació en Fuente Vaqueros y su esposo en Santa Fe. Todo el mundo la adoraba y quería porque era una mujer muy buena y servicial. Maria y Mariano tuvieron dos hijos: Mario y Víctor. Este matrimonio tan unido adoraba a sus dos hijos, cinco nietos, cuatro biznietos y demás familia y amigos.
María cosía y bordaba a las mil maravillas desde pequeña. También se le daba muy bien la pintura. Además, le encantaba cocinar puchero de garbanzos, tocino y otros condimentos para sus nietas. Toda la mañana estaba la olla de puchero puesta en la lumbre, como se hacía antes. El olor a cosa buena se expandía dentro y fuera de la casa. A las siete de la mañana estaba el puchero funcionando para apartarlo y degustarlo a las dos de la tarde. Olía en todo el barrio. También, María fabricaba roscos, pestiños, hojuelas, buñuelos y otros productos. A cada nieta le hizo un ajuar bordado y pintado por ella. Todos los vecinos y vecinas la querían con locura. Francisco Suárez Moreno, de 89 años de edad, era uno de los vecinos de María y Mariano, y según esta gran persona “siempre los recordaré porque fueron muy buenas personas y nos hemos llevado muy bien durante muchos años. Dios los tenga en su gloria”.
“María Delgado López fue gran devota de la imagen de la Virgen de los Dolores y Soledad de Lanjarón. Cerca de cuatro décadas estuvo en la junta de gobierno de esta hermandad. Ha estado en los mandatos de Antonio Ruiz ‘Perejil’, Mariano González Mingorance, en el mío, Roberto López Morillas y Laura Gutiérrez Quiles. También, María ha sido camarera de la Virgen y le ha bordado mucho. Le hizo las enaguas a la Virgen de los Dolores, también fabricó unas cortinas para la Expo-Cofrade de Lanjarón, de 2011. Estas cortinas ahora se las ponemos en los besamanos a la Virgen. También, y entre otras cosas, le hizo una saya, camisillas, todo de balde. Ella nunca cobró nada por su trabajo. María era muy perfeccionista. María era excepcional. Siempre estaba para ayudar y en la hermandad siempre ha estado al pie del cañón. La Virgen que tanto quería se la ha llevado al Cielo en su onomástica para que esté junto a su marido Mariano, fallecido veinte días antes que ella”, ha indicado el estupendo y muy eficaz secretario y tesorero de la Hermandad de los Dolores y Soledad, Roberto ‘Perejil’, junto a su amigo Epifanio.