Mecina Bombarón es un auténtico paraíso para la práctica del deporte, la aventura, la naturaleza… Mecina Bombarón es una tierra con carácter. Deporte de naturaleza por el Parque Protegido de Sierra Nevada, en el corazón de la Alpujarra. Las rutas por los caminos de las acequias árabes de Mecina Bombarón, puestas en marcha por el Ayuntamiento del municipio de Alpujarra de la Sierra, presidido por el excelente médico, José Antonio Gómez, se han convertido en un recurso turístico y punto de destino de primer orden para los visitantes que buscan espacios naturales en los que caminar y contemplar el bello paisaje y las fincas de labranza, entre otras cosas. Los caminos y senderos ofrecen una naturaleza exuberante y fértil. Itinerarios de gran belleza natural y valor ecológico. El municipio de Alpujarra de la Sierra está formado por Mecina Bombarón, Yegen, El Golco y la aldea de Montenegro. Este municipio posee muchos encantos dentro y fuera de su casco urbano.
Estas rutas atraviesan castañares con multitud de ejemplares centenarios, algunos de troncos gigantescos. Caminar por las sendas de las acequias Ata y Baja de este municipio permiten contemplar en pocas horas las condiciones de vida en tiempos pasados y presentes así como un gran número de fincas y bancales escalonados y algunos cortijos. El Ayuntamiento de Alpujarra de la Sierra apuesta, entre otras cosas, por la dinamización turística. Muchos lugares se han puesto en valor. También se apuesta fuerte en este municipio por la cultura, la extensa y valiosa biblioteca pública y las tradiciones. Los frutos del campo tienen fama en toda España. El buen trabajo tiene su recompensa, este dicho tan realista queda plasmado al cien por cien en el Restaurante Casa Joaquín.
Mecina Bombarón ha potenciado el turismo rural y otras iniciativas destinadas a la explotación de recursos y conocimientos rurales. Sus peculiaridades geográficas han sido factores para el desarrollo de una infraestructura turística que proporciona al senderista una oferta interesante de montañismo.
El patrimonio viario tradicional de su medio rural es utilizado incluso por grupos de extranjeros con el objeto de andar por los antiguos caminos de herradura que servían y siguen sirviendo de comunicación con otras zonas de la Alpujarra. “En Mecina Bombarón son muchas las personas que siguen viviendo de la agricultura y la ganadería, existiendo también la figura del acequiero para el cuidado y la conservación de las acequias”, manifiesta un vecino del pueblo llamado Francisco Mingorance.
Aunque ya existían acequias de la época romana en La Alpujarra y otras zonas, la mayoría empezaron a construirse cuando comenzó la ocupación musulmana en la Península en el siglo VIII. Aquellas gentes importaron y desarrollaron en esta zona una tecnología sencilla pero eficaz para la gestión del agua que perdura hasta nuestros días. Son tres las acequias más características de Mecina Bombarón: careo, madre y brazal. Las acequias de careo tienen la finalidad de guiar el agua del deshielo desde las altas cumbres hasta caladeros donde se infiltra para crear humedales en los pastizales y para que vuelva a aflorar más abajo, originando una acequia de riego o para que sirva de abastecimiento de agua potable.
Las acequias madre son los canales principales que recogiendo el agua del río atienden normalmente a una franja altimétrica determinada de la ladera. De estas acequias salen distintos ramales o brazales para distribuir el agua a los distintos pagos, mientras que los regueros lo hacen es repartir el agua a cada parcela o bancal siguiendo las normas establecidas por la comunidad de regantes. Mecina Bombarón es uno de los lugares más interesantes de La Alpujarra que ha sabido compaginar el turismo con la agricultura, entre otras cosas.
Según el ilustre arquitecto Eduardo Ortiz Moreno “Sierra Nevada es un gran macizo montañoso que ocupa cerca de 200.000 hectáreas de terreno. La nieve y la lluvia que caen sobre la sierra a lo largo del año dan lugar a unos recursos hídricos medios de 750 hectómetros cúbicos al año, equivalente al embalse del Negratín, uno de los mayores de Andalucía. Al tener una orientación muy cercana este-oeste, hay un contraste de precipitación entre las localidades más occidentales y las orientales. También las diferencias de altitud se traducen en variaciones notables: desde los 1.300 litros/m2 y año en las cimas del Mulhacén o del Veleta a los 500 litros/m2 y año en las estribaciones inferiores del macizo”.
“Por encima de los 2.000 metros de cota, las precipitaciones se acumulan durante varios meses al año en forma de nieve. Esta capa es de gran importancia para el mantenimiento de la vida en la montaña. Y, además, cumple una función que históricamente ha sido aprovechada por los pobladores de la sierra: la de ser un gran embalse que abastece a los numerosos manantiales y cauces que recorren las laderas”, manifiesta, entre otras cosas, Eduardo Ortiz en el ‘Manual del Acequiero’.
Por otro lado, Mecina Bombarón celebrará sus fiestas patronales en honor a San Miguel los días 28, 29 y 30 de septiembre. Mucha gente acude a estas fiestas para también comprar turrón y repostería morisca, degustar buenos platos y buenas tapas, bailar, ir a misa… También, muchas personas aprovechan el viaje festivo para adquirir pan de pueblo, embutidos caseros, jamones del secadero de Miguel, fruta del tiempo… Las fiestas de Mecina Bombarón son organizadas por los mayordomos y mayordomas y colabora el Ayuntamiento de Alpujarra de la Sierra, un municipio que merece la pena ser visitado tranquilamente, en cualquier época del año.