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El exalcalde de Alpujarra de la Sierra, Antonio Vargas, pronuncia el pregón de las fiestas de Mecina Bombarón

También Joan Obiols Ríos, casado con una hija de este maravilloso pueblo de alta montaña, ha presentado su libro ‘La oleada migratoria hacia Solsona (1939-1975)’

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Mecina Bombarón ha celebrado sus fiestas patronales y otoñales en honor a San Miguel. La mayordoma y los mayordomos de estas fiestas (28, 20 y 30 de septiembre) han sido: María José Sánchez, José María Santiago, Miguel J. Ortiz, Dani Rusu, Juan M. Múrcia y Miguel López. El entrañable, admirable, hombre bueno y exalcalde del municipio de Alpujarra de la Sierra, Antonio Vargas Sabio, ha sido el encargado de pronunciar el pregón de las fiestas de Mecina Bombarón en honor a San Miguel en la Plaza del Ayuntamiento. Media hora antes fue presentado el interesante libro ‘La oleada migratoria hacia Solsona (1939-1975)’, escrito por el catalán Joan Obiols Ríos, casado con una vecina de Mecina Bombarón.

Las presentaciones del pregonero de las fiestas y del excelente escritor las realizó con mucha maestría y sabiduría el médico y alcalde de Alpujarra de la Sierra, José Antonio Gómez, un hombre que, y entre otras cosas buenas, apuesta mucho por la cultura y los libros. El municipio de Alpujarra de la Sierra está compuesto por los pueblos de Mecina Bombarón, Yegen, El Golco y la aldea de Montenegro.

El programa de las fiestas de Mecina Bombarón ha contemplado entre otras cosas, con repique de campanas, encendido del alumbrado, comidas populares, diana floreada a cargo de ‘Charanga llena que nos vamos’, copla con Carmen Nieto, atracciones infantiles con merienda para los peques, monólogo a cargo de Christian García, bingo, fuegos artificiales en la puerta de la iglesia, verbenas amenizadas ‘Azahara y Odysseus’, actuación de una vedette y un mago, misas en honor a San Miguel y la Virgen de los Remedios y actuación de ‘Icover The Rand’. Ha sido obligatorio el uso de mascarilla Ffp2 o quirúrgica. En estas fiestas se han podido tomar churros buenísimos y calentitos con chocolate, repostería morisca, entre otras cosas. La iglesia ha sido decorada y embellecida con flores por las mujeres del coro. En el altar mayor se instalaron las imágenes de San Miguel y la Virgen de los Remedios, esta última posee su ermita a la salida de Mecina Bombarón, dirección Yegen.

Antonio Vargas Sabio nació en Mecina Bombarón hace 79 años. Su padre Antonio falleció a los tres meses de nacer él. Su madre se llamaba Ana. Antonio pudo ir a la escuela a aprender a leer, escribir y hacer cuentas. Desde temprana edad trabajó en el campo guardando vacas y en otros trabajos agrícolas en una finca que se encuentra encina de la ‘Balsa Castillo’y el ‘Prao Simón’. Se libró de hacer el servicio militar por ser hijo de viuda. El día 4 de enero de 1968 contrajo matrimonio con María del Carmen Fernández (ya fallecida) y tuvieron dos hijas y un hijo: Ana Mari, Mari Carmen y José Antonio. El pregonero de las fiestas 2021 de Mecina Bombarón fue taxista de pueblo, y transportista con un camión. También trabajó siete años en Alemania en una metalúrgica. Se fue solo a ese país y al poco tiempo se llevó a su señora a ese lugar. Después volvió al taxi y al camión a dar portes. Fue mucho a Barcelona. Cuando iba a Granada capital salía de su pueblo a las seis de la mañana. Últimamente trabajó en el Plan Infoca.

Antonio Vargas Sabio fue primero concejal del Ayuntamiento de Alpujarra de la Sierra en 1984. “Después, cuando dimitió el alcalde, Carlos Sánchez, que es médico y tenía una farmacia, yo entré de regidor del municipio, desempeñando el cometido durante doce años. Yo procuré ayudar a todo el mundo y hacer lo mejor posible para que el municipio prosperara. El secretario del Ayuntamiento de Alpujarra de la Sierra, José Vicente Oliver, que ha estado muchísimos años en nuestro municipio, casi cuatro décadas, y que hace poco se ha jubilado, me ayudó mucho en los quehaceres diarios. También me ayudaron los demás empleados del Ayuntamiento. Solo cobré durante tres años por ser alcalde. A un servidor le encanta la naturaleza y trabajar en el campo. Mi actual pareja es un encanto de mujer, se llama Pepita, nació en Alhendín y se crió en Cataluña”, manifestó el exalcalde socialista de Mecina Bombarón.

Uno de los vecinos más longevos de Mecina Bombarón, José Fernández, más conocido por José ‘Cigarro’, de 95 años de edad ha indicado sentado bajo a la sobra del parral de la terraza de su casa que “cuando yo tenía ocho años me daban mis padres: Miguel y Concepción para las fiestas una peseta de las de antes. Un día me daban 3 perras gordas, otro día 4 gordas y así hasta llegar a completar la peseta. El dinero lo gastaba en caramelos y dulce del arca de Miguel ‘El dulcero’ de Ugíjar, abuelo de los que vienen a vender ahora. En aquellos lejanos tiempos había seis tabernas. El litro de vino costaba dos reales. Con una peseta se podía adquirir dos litros de vino. Un trabajador en el campo ganaba tres pesetas y media si llevaba él la comida, y si el patrón le daba la comida, ganaba dos pesetas de sol a sol”, recuerda este entrañable vecino.

José ‘Cigarro’ asegura que “aunque ahora parezca imposible, se podía vivir y criar a una familia sin lujos, como, y por ejemplo, a mí me pasó. Y, volviendo a las fiestas, diré que antes solía venir la banda de música de Cádiar, una gran banda. Recuerdo que uno de mi familia estaba en esa banda y tocaba el pito gordo. Los músicos comían y se hospedaban en casas de particulares. En la plaza se prendía mecha al castillo de fuegos artificiales. Venían también columpios, los paticos. Yo recuerdo también cuando mi pueblo tuvo plaza de toros. Él último año que hubo toros pude ver la corrida desde una cuesta que hay en mitad del pueblo y se veía la plaza muy bien. La plaza de toros tenía miradores y todo y se encontraba donde ahora está la plaza y la Casa Consistorial. En una casa cercana a la plaza de toros, donde vivió el carpintero, había un corral y en ese lugar metían los toros para lidiarlos después. La carretera se tapaba durante la corrida. Recuerdo que los toros eran grandes y los toreros venían de fuera y eran muy buenos. Durante un tiempo estuvo de cura don Eduardo que era de Mecina Bombarón. En aquel tiempo la gente no emigraba y trabajaba en el campo y la ganadería. El día de San Miguel toda la gente vivía la fiesta. Se solía comer arroz, fritailla con carne de cerdo y choto al ajillo. Cada uno comía cuando tenía gana. Se bailaba mucho con la música de la banda y había carreras de cintas a caballo o en burro”, terminó diciendo.

El libro ‘La oleada migratoria hacia Solsona (1939-1975)’ de Joan Obiols Ríos tiene 477 paginas. Joan, con su prosa ágil, a la que nos tiene acostumbrado, se sumerge en el fenómeno migratorio de la ciudad de Solsona en la época franquista, desbrozando los diferentes tipos de emigración, por origen, de las personas que pasaron y las que se instalaron definitivamente en la ciudad, por su importancia numérica están las personas pertenecientes a La Alpujarra granadina. Y dentro de ella las provenientes de Mecina Bombarón. El libro, entre otras cosas, se complementa con entrevistas a personas que llegaron en los primeros tiempos, en que las condiciones eran muy duras, y también de otras personas que han permanecido en sus lugares de origen, como Cádiar, Yegen o Mecina Bombarón, pero que en un periodo de su vida fueron emigrantes. En este libro, como en muchos otros sobre esta bendita tierra, ha colaborado el Ayuntamiento de Alpujarra de la Sierra.

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