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Los Mosqueteros de Béznar volverán a salir a la calle este sábado en las fiestas de San Antón

Esta tradición, que data de 1556, está inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Catalogación General

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Imagen de archivo de los Mosqueteros de Béznar. Rafael Vílchez
Imagen de archivo de los Mosqueteros de Béznar. Rafael Vílchez

La localidad de Béznar perteneciente al municipio de Lecrín (en la comarca del Valle de Lecrín) se prepara para celebrar este sábado sus fiestas en honor a San Antonio Abad. La misa será a la una y la procesión comenzará a las cinco de la tarde. Desfilarán los Mosqueteros del Santísimo Sacramento. Hace siglos, una fracción de la partida de Ibraín Agad de La Zubia, de los monfíes del Nacot de Nigüelas, atacó al beneficiado de Béznar y a su séquito. En este ataque murió el sacristán y un agricultor, siendo cautiva la hija de este, María Trinidad, y robado el Santísimo que era conducido en el porta viático a la casa de un enfermo que vivía en el Barrio Bajo de Béznar.

Conocido el suceso, la gente de Béznar se concentró en la plaza. Los hombres quisieron perseguir a los monfíes, pero las autoridades locales se lo impidieron. En esta confusión se presentó en este lugar un alférez de los Tercios de Flandes, llamado Martín Alonso de Frías, y organizó una hermandad cuya principal misión era rescatar el Santísimo. Y para ello acudieron al Marqués de Mondéjar, don Luis Hurtado de Mendoza. Él le concedió 25 mosquetes y arcabuces, armas blancas y pólvora. Algunas de estas piezas se conservan todavía.

Por los corredores se conoció que el campamento de los monfíes se hallaba en la parte izquierda del Barranco de Tablate, sobre un tajo, entre dos pequeñas lagunas. El ataque de 30 mosqueteros, auxiliados por 11 corredores bajo el mando de Martín Alonso de Frías sorprendió a los monfíes sufriendo estos una terrible derrota. En aquel ataque se liberaron 9 cautivos de los 23 que tenían. María Trinidad, la cautiva, portó entre sus manos el porta viáticos con el Santísimo, hasta Béznar, donde lo entregó a beneficiado. La sagrada forma fue conducida al templo, al tiempo que se producían las primeres descargas en honor al Santísimo. Los solteros recibieron de sus prometidas las cintas de los cuellos de sus camisolas, origen del adorno de las nueve moñas de seda y de los dos lazos de mayores dimensiones, llamados eme. También recibieron los mosqueteros manteles de Valencia y mantones que colgaron de sus correas (hoy fajas de color grana).

Don Juan de Austria conoció todas estas hazañas por boca del alférez Martín Alonso de Frías. A los mosqueteros se les concedió el privilegio de que cada año pudieran desfilar por las calles de Béznar entre disparos de arcabuces en memoria de aquellos hechos y en honor al Santísimo. A María Trinidad le concedió una pensión como premio a su heroísmo. Los mosquetes de Béznar, en la mayoría de los casos se transmiten hereditariamente de padres a hijos. Desde aquellos lejanos tiempos (1556) los Mosqueteros del Santísimo tienen el privilegio concedido por Don Juan de Austria de escoltar al Santísimo dentro y fuera del templo, portando y disparando trabucos y mosquetes. Estas fiestas fueron inscritas en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) como Bien de Catalogación General. Merece la pena conocer la indumentaria, el armamento, el protocolo que ha de guardarse en la santa misa, el ritual que realiza el cabo de los mosqueteros y la soldadesca, las descargas, etcétera.

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