Joaquín Navarro atesora un saber hacer único. Concretamente, el de tres generaciones que desde 1950 han trabajado por lograr un aceite de alta calidad que recientemente ha sido premiado en un certamen internacional de gran prestigio, consiguiendo la medalla de oro en los International Awards VIRTUS. Fue en Saleres donde echó a andar la empresa, en ese tiempo con métodos artesanales procedentes de una tradición milenaria. Más tarde en Restábal, hasta 1994, año en el que se hizo imposible seguir en el centro del pueblo y la empresa se mudó a Nigüelas, un lugar donde existe una gran tradición con el aceite de oliva.
Hoy Aceites Navarro García es una gran empresa con once trabajadores, una gran factoría de sabores donde se aplica la última tecnología y donde cada detalle se cuida con esmero para conseguir un producto excelente. Algo que no es fácil, pero detrás de toda la maquinaria que se emplea actualmente está el criterio de Joaquín Navarro, de saber qué aceituna es la de más calidad, o cuándo es el momento exacto de molturarla.
Unos cinco millones de kilos al año avalan este buen hacer, aunque sin duda la estrella de esta almazara es el AOVE verde, medalla de oro en los International Awards VIRTUS en la edición de 2021. Sin duda, un refrendo a un trabajo bien hecho, donde la experiencia y el criterio de Joaquín es esencial, así como el trabajo de Silvia Robles, quien se ocupa de la administración de la empresa, aspecto muy importante para alcanzar el éxito. “El AOVE verde es un aceite procedente de aceitunas de nuestra finca cultivadas en producción integrada, y que van directamente del árbol a nuestra almazara”, cuenta el responsable del oro líquido. Desde aquí este aceite viaja a toda España, pero también a países como Francia, Italia, Portugal o Dinamarca, gracias a que desde su página web se puede comprar en todo el mundo y a una red comercial afianzada.
¿Pero qué tiene el aceite del Valle de Lecrín que no tengan otros? Para Joaquín Navarro sin duda uno de los factores clave es el clima: “aquí se consigue un producto con un amargor y picor muy equilibrado respecto a otros aceites de la provincia, ya que tenemos una climatología más suave que en otras zonas como Loja o Montefrío”. Este equilibrio se deja notar en el AOVE verde, de variedad picual, el primero que ve la luz en cada temporada, concretamente a finales de octubre y principios de noviembre y que se vende en botellas de 0.5 litros, para degustar con esmero.
Además, no queda mucho para que Aceites Navarro García sorprenda con un nuevo producto. AOVE 100% ecológico, de variedad picual, con matices distintos al AOVE verde “pero también de primera calidad, donde está implícito el sabor y el olor de la zona”, asegura Joaquín Navarro. Otro producto de éxito de Aceites Navarro García, donde la tradición milenaria encaja con la dedicación de Joaquín y Silvia, la unión que siempre funciona.