Atravesar la puerta de la Casa de la Cultura de Nigüelas supone realizar un verdadero viaje en el tiempo a través de la cultura. El edificio da la bienvenida al visitante con una puerta cargada de historia, un elemento que ha sido testigo y cómplice de interesantes tertulias entre intelectuales, de entregas de premios y fiestas flamencas protagonizadas por las grandes figuras de este género.
La puerta, “un legado por la historia y valores que representa” en palabras de la alcaldesa Rita Rodríguez fue donada por Víctor Berrio al pueblo de Nigüelas en julio de 2017.
Víctor Berrio, vecino de Nigüelas, fue metre del “Restaurante Berrio” de Madrid, un negocio que fundó su padre en la década de los sesenta especializado en la gastronomía granadina, recomendado por la Guía Michelín que alcanzó gran renombre en la capital de España.
Una fama que, aparte de por los platos con los que deleitaba a sus comensales, se fraguó al convertirse en un lugar de encuentro de personas importantes e influyentes en el mundo de la cultura y el arte. A finales de los setenta se constituyó en el local la tertulia de “Amigos de Granada”, una iniciativa que daba acogida a granadinos ilustres que sufrían la diáspora y lejanía de la ciudad de La Alhambra. Además, en el restaurante, se otorgaban los Premios Puerta de Berrio, cuyo galardón era precisamente una puerta en miniatura como la que luce actualmente en la Casa de la Cultura de Nigüelas.
Entre los años 1987 y 2001 fueron reconocidos con este premio granadinos y granadinas de la talla de José Tamayo Rivas, Francisco Carvajal, Luis Rosales, Francisco Ayala, Miguel Ríos, Enrique Morente, Mariquilla o Juan Habichuela.
Tras la donación la puerta se restauró y acondicionó en un taller y el consistorio decidió que el lugar idóneo donde debía ir colocada era la Casa de la Cultura, ya que a lo largo de su vida fue testigo, representante y estandarte de la cultura granadina en tierras madrileñas.