~INGREDIENTES:
Base:
* 18 galletas tipo maría trituradas.
* 40g de mantequilla sin sal derretida.
* 1 Cucharada de leche.
Relleno:
* Ralladura de 1 limón.
* 50ml de zumo de limón.
* 5 Hojas de gelatina neutra.
* 80g azúcar glass.
* 200g de queso crema (tipo philadelphia).
* 200ml nata para montar (chantilly o crema para batir).
* 2 claras de huevo.
* Una pizca de sal.
Gelatina decorativa:
* 30ml zumo de limón.
* 50ml de agua.
* 4 cucharadas soperas de azúcar.
* Colorante alimenticio.
* 2 hojas de gelatina neutra.
~ELABORACIÓN:
Poner en agua fría las 5 hojas gelatina neutra para hidratar.
Forrar un molde de unos 20cm con papel de horno en la base. Triturar las galletas con un rodillo o batidora hasta quedar en forma de arena. Añadir la mantequilla fundida y mezclar bien, si fuera necesario añadimos la cuchara de leche. Verter sobre el molde forrado y extender bien a la vez que alisamos con ayuda de una cuchara o lengua repostera. Reservar en la nevera.
En un cazo poner los 50 ml de zumo de limón a hervir, apartar y añadir la gelatina neutra hidratada y desleir. Cuando esté templado añadimos el queso crema y mezclar con ayuda de unas varillas. Reservar.
Montar las claras con una pizca de sal, cuando empiecen a espumar añadir la mitad del azúcar glass y montar hasta quedar un merengue firme.
En otro bol mezclar la nata o Chantilly con el resto de azúcar hasta montar bien.
Unir las claras montadas con la mezcla queso crema y la ralladura de limón, mezclar con movimientos envolventes. Añadir la nata montada y mezclar de nuevo hasta incorporar todo bien. Ahora verter sobre el molde con la base de galletas y alisar bien la superficie. Dejar enfriar en la nevera un mínimo de 4 horas.
Hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
En un cazo poner el zumo de limón, el agua y el azúcar (comprobar el dulzor al gusto), llevar a ebullición y apartar. Añadir la gelatina escurrida y desleir, añadir también si se desea dar color unas gotas de colorante amarillo. Sacar la tarta y verter esta mezcla templada sobre la tarta, yo pongo el reverso de una cuchara para que al verter el líquido no estropee la tarta y meter en la nevera hasta que cuaje 3 horas mínimo.
Desmoldar pasando por el borde un cuchillo o espátula, pasar a un plato o bandeja de presentación y servir muy fría.