Viene cada vez que puede a Chite desde Louisiana ¿Qué atractivos tiene para usted este pueblo?
A mi me encanta el agua, el mar, los ríos y los lagos y también el senderismo. En el Valle hay de todo y muy cerca. En la casa que tenemos en Chite hay unas vistas espectaculares del pantano. También el poder decidir ir a comer a la playa y estar ahí en media hora también es algo increíble. Igualmente en treinta minutos puedo subir a la sierra y tener la vista del Valle de Lecrín entero y también poder ver el Mediterráneo desde el mismo lugar, es increíble.
¿Qué es lo que más disfruta cuando está aquí? Naturaleza, paisaje, gastronomía, familia…
Para mi estar fuera en la naturaleza con la familia es algo grandísimo pero también la gastronomía de Pura de Talará es algo que toda la familia que viene disfruta. Ella tiene una habilidad de cocinar tantas comidas diferentes, deliciosas y sanas, es una de las cosas que disfruto diariamente. Alrededor de su mesa se sienta mucha familia y cuando estoy allí me siento más en casa que en mi propia casa.
¿Cree que hay muchas diferencias entre norteamericanos y españoles?
Hay muchas cosas similares y diferentes. En 1993 España estaba mucho más limpia y sana, yo diría que cada vez que vengo la veo más sucia, un poco más descuidada y eso me entristece mucho porque la limpieza y orden es algo que me atraía mucho de España. Diré que la diferencia más grande que sufro es la imposibilidad de invertir en propiedades en España por miedo a que lo ocupen. Yo me dedico a comprar edificios en malas condiciones, reformarlos o alquilarlos para dar buenas viviendas a la gente que lo necesita pero no lo veo como algo que pueda hacer en España con la locura de no poder sacar a alguien que se mete a tu casa.
Su bisabuelo Antonio Padial y Lola emigraron a Cuba a principios del siglo XX ¿Qué se han contado de padres a hijos sobre el Valle de Lecrín?
Lo que nosotros aprendimos del Valle lo aprendimos a partir del 93. Eso fue lo más grande que me dió mi padre, y es aquí donde empecé a aprender de la familia y nuestra historia.
¿Hay algo que importaría desde Louisiana a Chite y que echa mucho de menos cuando está aquí?
El estilo de cocinar en Luisiana es famoso en el mundo y los condimentos que usamos lo traemos como regalos para la familia. Pura dice que le da un toque a la comida excelente. En Luisiana tenemos ‘crawfish boils’, qué son fiestas con el cangrejo de agua fresca hervido con muchos condimentos diferentes y vegetales.

¿Qué añora de Chite cuando está en Luisiana?
Lo más importante que siempre importamos a Luisiana de Chite es el aceite de oliva. Conservar el aceite y poder disfrutarlo entre las visitas a España nos mantiene en contacto, es como un regalito de oro sacarlo en momentos especiales para la comida o el pan. He probado muchísimos aceites que he comprado en Luisiana de todas las marcas y ninguno tiene el sabor del aceite del Valle, toda la familia y amigos que visitan me comentan lo mismo y lo disfrutan aquí cuando lo traemos de regalo. Me encantaría buscar la forma de importar grandes cantidades para poder tener el aceite del Valle de Lecrín en el estado de Luisiana.
¿Qué le cuenta a sus conocidos y amigos sobre el Valle de Lecrín?
Todos mis amigos saben que voy a retirarme aquí. Algún día no voy a regresar a Luisiana y ahí me van a tener que ir a visitar. En Luisiana hay muchas actividades en la naturaleza pero tenemos que andar cuatro horas por lo menos para llegar a la playa de arena, tres horas para pescar en el mar y quince horas para llegar a las montañas. Yo siempre les cuento que todo lo que le gusta de América lo pueden tener en muy poca distancia en España. El jamón, el queso y el vino son famosos, pero también siempre hablamos de la sensación de seguridad y tranquilidad que tenemos andando en el Valle, porque hay una paz que no se encuentra en ningún otro lugar.