Si tuviéramos que definir la palabra amor, se nos pasarían por la cabeza muchas definiciones, pero si tuviéramos que poner ejemplos, sin duda, el de Bienvenido y Rosario sería el mejor.
Este matrimonio afincado en Restábal (El Valle), ha vivido sus buenos y no tan buenos momentos como el resto de los mortales, pero todo lo vivido lo han hecho juntos de la mano y de la de sus cuatro hijos, repartidos entre el Valle de Lecrín y Navarra (lugar al que este matrimonio se tuvo que desplazar por motivos de trabajo y que tras jubilarse dejaron para volver a su tierra natal).
Cincuenta años después de darse el sí quiero han vuelto a hacerlo y en la misma iglesia, la de San Cristóbal en Restábal, que fue testigo del comienzo de ese gran amor. A la ceremonia, celebrada este pasado sábado a las 18.00 horas, no le faltó detalle alguno, desde el intercambio de alianzas y las arras hasta mascletá y cante de jota navarra. La proyección de videos y fotografías, la lectura de poesías a cargo de sus nietos y demás sorpresas hicieron caer algunas lágrimas entre los asistentes, incluido los propios protagonistas.
Posteriormente en plena calle junto a la vivienda de Bienvenido y Rosario se montaron mesas con comida y bebida para todo el mundo, quienes disfrutaron de esta maravillosa velada con música incluida. En unos días nuestros protagonistas se irán de viaje de novios, viaje sufragado por sus propios hijos como regalo nupcial.
Bienvenido Martín nació en Órgiva y Rosario Reyes en Restábal. La Alpujarra y el Valle de Lecrín unidas por el amor. Y nosotros muy contentos de haber sido testigos de tan bonita historia. Felicidades y a por otro medio siglo más de amor.













