Hace ahora diez años que una decena de granadidistas, que se reunían en Dúrcal para ver los partidos del Granada y se organizaban en coches para asistir asiduamente a Los Cármenes, decidieron constituirse como peña y ponerle el nombre del bar al que en el que se reunían, Fuera De Juego.
Una década después, suman 80 socios y 40 simpatizantes que forman una gran familia rojiblanca. La filosofía que les mueve es la de echar un buen rato, siempre desde el respeto fomentando la convivencia y forjando amistades selladas con el fútbol como telón de fondo. Han recorrido toda España detrás de su equipo “cuanto más lejos es el de desplazamiento más nos gusta porque nos lo reconocen las aficiones del equipo contrario y siempre hay convivencia y buen rollo”, asegura Gabi Montoro presidente de la peña durante todo este tiempo. Un ejemplo es la buena relación que mantienen con peñas como la del Málaga “tenemos tradición de que cada vez que juega el Málaga y el Granada, que este año se va a volver a producir, nos reunimos en el bar del Colilla en Málaga y hacemos una jornada de hermanamiento”.
La Peña Fuera de Juego está cargada de momentos y anécdotas y vivencias para recordar cómo la de aquel desplazamiento a Mallorca que coincidió con el accidente mortal del futbolista José Antonio Reyes el 1 de junio de 2019. El Granada estaba en segunda división y ese partido le valía para el acceso directo pero el accidente del accidente mortal del exjugador del Real Madrid, Sevilla y Atlético de Madrid hizo que se suspendiera la jornada. Igualmente viajaron Mallorca donde pasaron el fin de semana y luego se tuvieron que conformar con ver el ascenso desde la sede cuando se celebró el partido a los tres días.
Otro momento para recordar fue el desplazamiento a Pamplona en coche porque, por culpa de una DANA se suspendieron los vuelos. Alquilaron dos coches y cruzaron en España con las condiciones meteorológicas adversas de frene para no perderse el partido contra el Osasuna. Tampoco olvidarán aquel domingo de hornazos cuando se plantaron en el Bernabéu para ver como el Madrid le metía nueve goles al Granada, que solo acertó a colar uno.
También les marcó especialmente el partido de semifinal de la Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao en el que finalmente se clasificó el equipo vasco “fue el 5 de marzo, nueve días antes de que nos encerraran 2020. El ambiente fue impresionante y aunque ya se hablaba del COVID, no sabíamos lo que se nos venía encima”.
En este tiempo han vivido siete años de su equipo en primera división y tres en segunda e incluso lo han disfrutado jugando en Europa, aunque esa circunstancia coincidiese con el año en el que comenzó la pandemia por lo que no pudieron acompañar al equipo en competición europea “las restricciones impedían que hubiera público los estadios, no nos podíamos no nos podemos reunir para ver los partidos”, recuerda el presidente.
Cuando vuelven la vista atrás reconocen el paso del tiempo sobre todo viendo como las generaciones que han crecido en la peña ya van solos a ver los partidos porque son mayores de edad. Precisamente estas nuevas generaciones, que han crecido en su seno de la peña, son el futuro de la misma “queremos que el futuro de la peña pase por una nueva directiva y queremos que la savia nueva tome las riendas del club “tiene que haber un relevo generacional que aporte nuevas ideas”.
El balance de estos 10 años es muy positivo, siempre agradecidos con el Granada Club de Fútbol por quien están muy bien considerados, “al Granada le deseamos que se acabe la incertidumbre y que si, como se rumorea van a coger la rienda empresarios, granadinos, sean bienvenidos para mejorar y para darle estabilidad al club. Nos hace mucha ilusión que uno de estos empresarios pueda ser Ignacio Salcedo antiguo jugador del Dúrcal con el cual tenemos muy buena relación y que lo guardamos muchísimo cariño”.