¿A quién no le gusta recibir un regalo? Todos ellos nos encantan, pero en psicología existe un término muy interesante e igualmente saludable: el regalo nutricio. Este ‘regalo’ hace referencia al momento, espacio, cosa o acción que una persona se dedica a sí misma. Por tanto, puede entenderse como un punto de conexión donde nos encontramos interiormente con nosotros mismos. En ese punto nos sentimos mejor y más felices.
Su beneficio radica en la influencia positiva que ejerce en nuestra autoestima, la cual es el pilar fundamental de nuestro equilibrio. La autoestima es de vital importancia durante nuestro desarrollo y se relaciona directamente con los elementos autoevaluativos.
Mediante estos auto-regalos fomentamos el cuidado y el respeto propio y además es un ejercicio muy sencillo que puedes empezar hoy mismo. ¡Te animo a ello! Comienza escribiendo una lista de cosas positivas o de diferentes ámbitos que mereces o que te gustaría recibir y que te hagan feliz. Rompiendo con el apego material actual, puedes y has de seleccionar tus regalos de forma diversificada para cumplir su función: auto nutrirte. No han de ser costosas, por ejemplo: visitar un entorno o parque natural, tomar una taza de tu chocolate favorito, disfrutar de una conversación agradable, aprender una nueva receta de cocina, etc. El paso siguiente puedes elegirlo tú: escribir todos tus regalos en papelitos y descubrirlos en cualquier momento que te apetezca o bien fijar un día y crear una rutina.
De todos los conocimientos el más útil y sabio es el de conocerse a sí mismo. Es una potente arma que nos permite avanzar y dirigir nuestras motivaciones, por ello, este ejercicio de autoconocimiento permite identificar de forma realista que es lo que realmente nos gusta y motiva. Es un privilegio poder convertirnos en quien de verdad somos. Recuerda que siempre es beneficioso dedicar tiempo a pensar en ti, también es necesario nutrir tu mente. ¡Mímala!
