Hoy 8 de marzo se ha conmemorado el Día Internacional de las Mujeres una jornada en la que, desde diferentes puntos del Valle de Lecrín, se ha vuelto a reivindicar la igualdad real entre hombres y mujeres.
A las once y media, los niños y niñas del colegio Manuel Morales de Dúrcal y sus pancartas moradas cargadas de mensajes reivindicativos iniciaban una marcha acompañados por la música de la Charanga Femenina “Pisando Fuerte”. El recorrido ha finalizado en la Plaza de Dúrcal, los pequeños y pequeñas junto a representantes del Ayuntamiento, usuarios de VALE y mujeres pertenecientes a la Asociación de Mujeres “Al Sirat” han leído un manifiesto y diferentes textos reclamando igualdad de trato, de oportunidades y el derecho a no vivir con miedo, a ser libres y no valientes.
A esa misma hora en la puerta del Ayuntamiento de Lecrín se daba lectura al Manifiesto institucional del Día de la Mujer.
En Padul parte del alumnado del IES La Laguna de Padul ha participado en el patio del Ayuntamiento, donde se expone desde el pasado viernes la exposición “Huellas” elaborada por mujeres de la Asociación de Mujeres “La Casa Grande” de la localidad.
En El Valle, esta tarde ha tenido lugar la conferencia «Historia y razones para celebrar un 8 de marzo por todas nosotras» a cargo de Victoria Robles San Juan. Además, el próximo viernes 11 de marzo se van a inaugurar las calles “Hermanas Jiménez Morillas”, en Restábal y “Placeta Dolores La Horca” y “Adarve Señá Lola” en Melegís.
Desde el Guadalinfo de Albuñuelas les han rendido un homenaje a los grandes referentes femeninos de la localidad con motivo del 8 de marzo a través de la confección de un mosaico, que bajo el título “Miradas de Mujer ha puesto el foco sobre mujeres pertenecientes a todas las generaciones cuya implicación supone y ha supuesto todo un ejemplo tanto para la sociedad como para quienes las rodean y las admiran.
Una vez más hoy se han vuelto a poner de manifiesto las brechas, las discriminaciones y situaciones de desigualdad que aún existen en nuestra sociedad y en nuestro mundo que dificultan y coartan a las niñas y a las mujeres para conseguir la igualdad real.
Tal y como se recoge en el Manifiesto Institucional del Día de la Mujer hay aspectos que confunden a una parte de la sociedad, logros que hacen parecer que las desigualdades entre mujeres y hombres ya no existen. Esta falsa apariencia de equidad es la que provoca que muchas personas crean que la igualdad entre hombres y mujeres está ya conseguida, y cuestionen que siga existiendo el Día Internacional de las Mujeres y las políticas de igualdad de género.
Pero hoy, en pleno siglo XXI, y después de más de doscientos años de reivindicaciones feministas, cuesta creer que haya quienes nieguen una realidad evidente; porque todavía existen motivos reales por los que seguir reclamando la igualdad. Valgan algunos ejemplos como, por ejemplo:
-Cuando no se reconoce la existencia y el mérito de muchas mujeres que han contribuido al avance de la sociedad a lo largo de los siglos de historia.
-Cuando no se valoran las aportaciones y conquistas de las mujeres de los movimientos feministas como impulsoras de los derechos de las mujeres.
-Cuando la segregación laboral mantiene a las mujeres en los trabajos peor remunerados y les dificulta el desarrollo de su carrera profesional.
-Cuando las tareas en el hogar que realizan los varones son consideradas como “ayudas”, no como una responsabilidad necesariamente compartida.
-Cuando existen expresiones machistas dirigidas a las mujeres en diferentes contextos y situaciones, expresiones que son irrespetuosas e invasivas y que atentan contra la dignidad.
-Cuando se cree que las mujeres y los hombres participan por igual en las esferas de poder, ya sean de naturaleza económica, política, cultural, social o deportiva.
-Cuando parte de la sociedad no es consciente del papel de las mujeres en el desarrollo y el progreso, que, con sus trabajos, también sostienen el mundo.
-Cuando las mujeres siguen sufriendo violencia machista, estructural y simbólica, que en los casos más graves acaba con sus vidas, y la de sus hijas e hijos.
-Cuando, todavía, no se ha interiorizado que la Igualdad ha de ser construida por cada uno y cada una, de forma individual y conjunta.
Desde el CENTRO DE INFORMACIÓN DE LA MUJER EN EL VALLE DE LECRÍN han querido llamar la atención sobre la difícil y penosa situación que actualmente están viviendo las mujeres ucranianas en particular, y todas las mujeres víctimas de conflictos bélicos con el siguiente manifiesto:
“Hoy 8 de marzo no podemos olvidar lo que está pasando en Europa, la guerra de Ucrania es el éxodo de las mujeres.
El país se vacía, en días, de sus mujeres y de los menores que las acompañan. Mujeres ucranianas, pero también de otras nacionalidades obligadas a dejar sus vidas atrás. Madres, abuelas, jóvenes y adolescentes, embarazadas, enfermas…Las vemos cada día en las televisiones, expulsadas por la violencia de las bombas y los tanques rusos y, a la vez, expuestas a esas otras armas de guerra de la que se habla menos, pero que son inherentes, por desgracia, a los conflictos armados: las agresiones de género, las violaciones, los abusos sexuales, la discriminación.
Algunas dan a luz en sótanos y estaciones de metro en condiciones de salubridad pésimas y corriendo peligro su vida y la de sus bebés. En los conflictos se contabilizan las víctimas humanas provocadas por ataques, pero pocas veces se cuentan las personas que pierden la vida en otras circunstancias, como estas mujeres embarazadas, de una manera completamente absurda e innecesaria por culpa de la guerra. Es una dimensión más de este conflicto que pasa desapercibida y que es necesario que se visibilice.
En menos de 12 días, más de un millón y medio de personas han huido de Ucrania. El 75% son mujeres. Pero no podemos olvidar que hay otros conflictos armados en otros lugares del mundo y más personas que huyen de su país, buscando donde vivir en paz y poder alimentar a sus familias.
Conviene recordar que cualquiera que huye de una situación de conflicto tiene el mismo derecho de tránsito de acuerdo con la Convención de la ONU y que se exige el cumplimiento de todos los países.
Cuando alguien es desplazado de su casa, su trabajo, su familia, sus ahorros, sus recuerdos y, además, es mujer, a menudo con menores o padres ancianos a su cargo, es muy urgente facilitarles comida, agua y cobijo, pero también lo es crear espacios en los que se sienta segura, donde no se enfrente a esas otras violencias que tantas marcas dejan y cuyos impactos se agravan cuando una se siente vulnerable, lugares donde se le ofrezca un apoyo psicosocial especializado en situaciones similares.
Queda mucho por avanzar en solidaridad en nuestro continente, pero es necesario hacerlo porque es una cuestión humanitaria.”