A María Ruiz Romero, que cuenta ya con el grado de Física, le apasiona la moda y lleva desde octubre realizando un máster de diseño de moda, que es lo que siempre ha querido estudiar.
“He cambiado totalmente el rumbo de mi vida desde el año pasado a este. Yo estudié física, una profesión con la que hubiese tenido salidas laborales, pero decidí dedicarme a lo que siempre había querido, ser diseñadora de moda. Fue una decisión complicada porque, aunque sentía que la gente me apoyaba, en mi cabeza rondaba la idea de que igual me estaba equivocando”, explica María.
Cuando vio la información sobre la V Certamen de Jóvenes diseñadores de Pasarela Flamenca lo tuvo claro y decidió presentarse, de las 20 participantes seleccionadas, entre ellas estaba María. Su presencia en el evento le ha supuesto una repercusión que aún está asimilando
“Ha tenido sobre todo una repercusión emocional para mí porque al presentarme al concurso y que me cogieran he recibido el apoyo, ya no solo de mi familia, sino de muchísima gente por lo que he sentido que realmente lo estoy haciendo bien y que no me equivoqué con mi elección. Me ha escrito gente para hacerme encargos y pedirme que les diseñe prendas, incluso un vestido de novia”, asegura.
Pero en este momento María tiene claro que su prioridad es continuar con sus clases y finalizar sus estudios, “estoy súper liada con las clases y estoy preparando una nueva colección que saldrá en otoño- invierno de cara a primavera-verano y que me está llevando muchísimo tiempo, pero sé que hay gente que confía en mí para que les haga diseños y les estoy muy agradecida.”
El outfit que presentó al concurso está inspirado en la cerámica fajalauza y cuya tradición se remonta al Realejo del siglo XIV lo ha llamado «Recuerdos» y consta de tres piezas; la primera es un crop top blanco, para darle modernidad, con un gran escote al bies.
La segunda es un pantalón blanco de tiro ajustado hasta la rodilla, de dónde salen volantes hasta llegar al suelo. Tiene una abertura hasta la rodilla para aportar movimiento. Los volantes son blancos, con la parte inferior de cada tira alternando organdí verde y azul para aportar volumen y color. Tanto el top como el pantalón tienen pintados manualmente detalles de la cerámica azules y verdes que salen de las costuras.
La tercera pieza, es la pieza principal y más espectacular. Se trata de una chaqueta con cola. La parte superior en lisa. En la cintura, empiezan volantes, con la misma estructura que en el pantalón y flecos rojos que van desapareciendo progresivamente conforme llegamos al suelo. Las mangas son muy amplias y grandes con volantes desde el codo hasta cubrir las manos.


María orgullosa comenta “he dedicado muchos años de mi vida a la ciencia, habiendo finalizado el grado en física, pero mi gran pasión siempre ha sido la moda, ya que es lo que está más en sintonía conmigo y lo que me hace vibrar, es por ello que decidí cambiar totalmente el rumbo de mi vida, apostar por mí y por lo que me hace feliz. Me presenté a este certamen para poder seguir cumpliendo un sueño».
