La fruta, fuente de vitaminas y minerales, es primordial en una dieta saludable. Sin embargo solemos pensar que dado que el zumo proviene de la fruta, deben ser nutricionalmente equivalente, pero no es así.
La pulpa y la piel de la fruta tienen un alto contenido de fibra dietética, que nos ayuda tanto a promover los movimientos intestinales, como a aumentar la sensación de saciedad.
Como el proceso digestivo comienza en la boca, la masticación de la fruta hará que cuando la consumamos entera, su azúcar natural, tarde más en absorberse, de manera que se acumula en el torrente sanguíneo a un ritmo más lento que si se bebiera en zumo.
Por contra, cuando exprimimos la fruta, disminuimos su pulpa y su fibra dietética, y al ingerirla se produce un aumento en el nivel de azúcar en sangre.
Nuestro organismo, al notar que tiene más azúcar de lo que necesita, libera insulina, lo que lleva a que una gran cantidad de azúcar en la sangre se convierta en grasa y glucógeno. Al pico de azúcar en sangre, le sigue una caída, provocando de nuevo la sensación de hambre. Así que el zumo de fruta conduce a una peor regulación del azúcar y a un mayor consumo de calorías, en comparación con comer frutas enteras.
¿Entonces es mejor consumir fruta entera o en zumo? La respuesta: depende. Ambas opciones son saludables, aunque, sería imprescindible individualizar.
Los zumos pueden contribuir al exceso de grasa corporal, ya que para conseguir un vaso se ha de exprimir varias piezas de fruta, mucha más que si consumiéramos la pieza íntegra. Por consiguiente, conviene priorizar la fruta entera.
En deportistas de alto rendimiento, los zumos son una estrategia muy recomendable, pues aportan esa energía inmediata que necesitan para tal acción. Es importante distinguir el zumo de fruta natural, del comercial. Los zumos comerciales tienen un porcentaje muy pequeño de fruta y a su vez están plagados de azúcares añadidos y conservantes, lo que no los hace la mejor elección.
Por tanto, podemos decir, que en población general lo idóneo sería consumir la fruta entera, aunque el consumo de zumo casero sin azúcar añadido eventualmente, puede ser una buena manera de llegar a los requerimientos de fruta diarios.