El amanecer y atardecer nos muestran una paleta de colores especial, un abanico cromático que nos acercan a una belleza natural que evoca la esperanza, felicidad, bienestar, creando a nuestro alrededor un ambiente acogedor y una visión del mundo en el que vivimos más optimista y esperanzadora.
Seguir disfrutando de estas imágenes que se quedan en nuestra cámara y retina, dependerá de nuestro comportamiento respecto al eminente cambio climático que ensucia el paisaje que tanto admiramos y disfrutamos cada día.
Yo busco este momento con mi cámara y únicamente me interesa estar ahí, en el lugar idóneo, buscando las sensaciones que me transmite el color, y poder congelar el instante, teniendo claro que ya pertenecerá al pasado.






