Restaurante Garví y el supermercado de Manu y Eloy de Lecrín sortean la crisis energética con la ayuda de la Junta

Son dos de los 3.660 autónomos y pequeñas empresas granadinas que han podido sanear sus cuentas en plena Navidad tras recibir las ayudas de la Consejería de Empleo al sobrecoste energético

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Las ayudas que la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía convocó el pasado otoño para paliar los efectos negativos de la crisis energética comienzan a dar sus frutos entre el tejido empresarial granadino. Bien lo saben los trabajadores del restaurante Garví, este centenario negocio de Lecrín acostumbrado a sortear los envites económicos desde que lo pusiera en marcha el bisabuelo de Francisco Ortega, su actual dueño. Así se lo ha trasladado al delegado territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, José Javier Martín Cañizares, quien ha iniciado una ronda de visitas por algunas empresas de la provincia beneficiarias de la medida que, con urgencia, aprobó la Consejería de Empleo para aliviar la subida de las facturas “y que se han resuelto y pagado en menos de tres meses”, ha celebrado el delegado.

José Javier Martín ha podido conocer la historia de algunos de los pequeños empresarios que, “para su sorpresa, han ingresado en un tiempo récord y en plena Navidad”, la cuantía que se le ha concedido en concepto de ayuda al sobrecoste energético, según ha constatado en primera persona. “En total han resultado beneficiarias 3.660 empresas granadinas, la mayoría autónomos y pymes que soportaron a pulmón el incremento de sus facturas de luz y gas” durante el año 2022.

Así le ocurrió a Francisco Ortega, reconocido empresario de la Talará que vio cómo los gastos de su negocio se duplicaron en apenas unos meses. “La suerte que tuvimos es que tenemos un restaurante consolidado con una clientela muy fiel y en un entorno que facilita el tránsito constante de turistas”, ha narrado Paco al delegado, al que también ha trasladado su intención de traspasar el testigo a su hija. “Ya me toca descansar”, afirma Paco, mientras saluda a todo el que cruza el umbral de un bar que ha resistido, incluso, a una guerra civil.

Casi la mitad, autónomos

Su negocio, que ha recibido algo más de 6.000 euros por el sobrecoste energético, “representa a muchos otros de nuestra provincia, pequeñas empresas que gracias a este paquete de ayudas han podido comenzar a sanear sus cuentas tras varios años seguidos de crisis sanitaria y energética”, ha incidido José Javier Martín.  En total, la cuantía recibida por las 3.660 beneficiarias supera los 23 millones que ya aparecen en sus hojas de cálculo. De ellas, 1.667 son negocios regentados por trabajadores autónomos y las otras 1.993 beneficiarias son pymes repartidas por todo el territorio granadino. Entre ellos, destacan todo tipo de negocios como talleres, panaderías, cooperativas, agroalimentarias, ópticas, peluquerías, fábricas, carpinterías, bares, entidades de interés social, farmacias, gasolineras, tiendas de comestibles, supermercados, comercios, centros de formación, carnicerías o asesorías, entre otros.

“A todos los que cumplían los requisitos se les ha concedido, sin pedirles ningún tipo de documentación previa y mediante un proceso automatizado que ha agilizado muchísimo la tramitación, la resolución y, lo más importante, el ingreso del dinero”, ha incidido Martín Cañizares. “Los requisitos de la normativa europea hicieron que no todo el tejido empresarial pudiera solicitarlas, si bien todos los favorables sí que han visto cumplido el compromiso de la Junta de tener en sus cuentas bancarias el importe concedido. Esto, con el mérito de diseñar en tiempo récord un procedimiento automatizado para gestionar unos fondos europeos difíciles de tramitar, una medida que sólo Andalucía ha sido capaz de poner en marcha de manera eficaz y que ha repartido” 203,5 millones de euros en toda Andalucía, ha explicado el delegado de Empleo.

Precisamente, es uno de los aspectos que más han agradecido los dueños del supermercado “Manu y Eloy’” un negocio cooperativo que ha enriquecido la oferta alimenticia en Mondújar y al que acuden clientes de todos los pueblos de alrededor. El establecimiento, reformado y abierto por dos jóvenes en plena pandemia, ha inaugurado otro local en el municipio de Lanjarón convirtiéndose a día de hoy en el sustento de una docena de familias. “Dos jóvenes que, por cierto, apenas superan los 30 años, pero que con su iniciativa han contribuido no sólo a crear empleo en el Valle de Lecrín y en la Alpujarra, sino también a facilitar servicios básicos con una oferta amplia y competitiva”, ha celebrado el delegado.

Un salvavidas para muchos negocios

Manuel y Eloy afrontaron con 26 y 29 años el desafío de emprender desde cero para, poco después, tener que resistir frente a los vaivenes de las crisis sanitaria y energética sin más ayuda que el apoyo de sus familias y un préstamo hipotecario. Ahora, el salvavidas les ha llegado en forma de ayuda al sobrecoste que les ha supuesto “un enorme alivio en plenas fiestas” con 7.000 euros más en su caja registradora.

 Algo similar le ha ocurrido a Parrilla, un comercio textil con más de 40 años de trayectoria en el municipio alpujarreño de Ugíjar que ahora afronta la nueva campaña de eventos “con las cuentas más saneadas”.

“En definitiva, de lo que se trataba era de ser ágiles y eficaces y la Consejería de Empleo lo ha sido”, ha aseverado el delegado territorial quien, además, ha aclarado que, “sólo se han quedado fuera aquellas solicitudes que no cumplían los requisitos establecidos por la normativa europea. Si bien, no tengan duda de que el resto del presupuesto que no se ha gastado se invertirá en otros proyectos”.

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