¿Desde cuándo sabías que querías ser escritora?
Desde que empecé a leer casi, algo que creo que nos pasa a todos los escritores, que se meten en la lectura empiezan a devorar un libro detrás de otro también empiezan a pensar en sus propias historias. De todas maneras lo mío era una idea, no era algo que necesitara, siempre he pensado que en el mundo hay muchos libros y para atreverte a escribir tienes que tenerlo muy claro. Además, también me dedico al mundo de los libros como editora. Pero surgió la oportunidad y dije ¿Por qué no?
¿Cómo es el trabajo de editora?
Es una labor que por definición tiene que ser invisible, porque si lo haces bien no se nota que lo has hecho. Y eres el responsable de poner en manos de los lectores el trabajo de un autor que a priori ha trabajado de manera solitaria, por lo que para el autor es muy fácil perder la perspectiva de lo que está haciendo, y poder contar con un canal como es el de la editorial de convertir un libro en una realidad además de ayudarle es muy relevante.
Te defines como lectora sobre todo ¿Qué género es el tu favorito?
Leo prácticamente de todo, solo la novela negra no es muy de mi gusto pero también la he leído. Leo de todo, por trabajo y por gusto. Novela de género, romántica, histórica, fantasía, terror, novelas que no se enmarcan dentro de ningún género… me gusta leer en general.
¿Crees que si las personas leyeran más serían más felices?
No sé si más felices, porque algunos dicen que en la ignorancia está la felicidad, pero para mí es la felicidad. No concibo la vida de otra forma que no sea a través de la literatura.
¿Qué ha sido lo mejor de la experiencia de escribir un libro?
Lo mejor ha sido estar sola con mi pantalla, explorando el proceso de convertir algo que a priori son ideas en una realidad palpable.
¿Por qué una novela romántica como primer libro?
En primer lugar por la oportunidad comercial. Ahora mismo la novela romántica está en auge, yo tenía esa historia en la recámara y pensé en por qué no intentarlo. En segundo lugar, que para mí es más importante porque leo muchas novelas románticas que me despiertan ciertas reticencias y estaba firmemente convencida de que se podía escribir una novela romántica que no te sacara los colores siendo una mujer feminista. Estaba segura de que se podía hacer una novela en la que no tuviera que estar con miedo a esa página que te chirría, y lo que me llega de mi novela es que se le podía dar la vuelta a esa situación.
¿Cómo ha evolucionado la novela romántica desde hace unos años y hacia dónde crees que debe ir?
Irá hacia donde vaya la sociedad, los escritores y hacia lo que demanden los lectores. Creo que sí ha avanzado mucho en los últimos años, en la medida en que hay muchas cosas que las lectoras ya no estamos dispuestas a comprar, no porque no sean correctas sino porque a nosotras como lectoras nos sacan de la historia. En la literatura los motivos evolucionan, y en la novela romántica estamos superando la romantización del héroe atormentado, el chico que te trata mal porque a él lo han tratado mal y tienes que entenderle, el canalla a reformar… hay mucho trabajo por hacer pero se ha evolucionado.
¿Qué les dice a los que critican este género y lo tildan de subproducto?
Mi consejo es lee y deja leer. Evidentemente hay niveles, pero existen buenos libros y malos libros, y no tienen que ver con a qué género pertenecen. Además, la novela romántica es por definición una literatura muy accesible y predecible. La novela romántica es romántica porque acaba bien, que permite el final feliz, pero eso no le desmerece el mérito de saber contar algo que puede que se haya contado un millón de veces de una forma distinta. Y como ocurre muchas veces con estas novelas, son las que forman el primer escalón de miles de lectores que pueden pasar a un siguiente nivel. Algunos empezamos leyendo Harry Potter y luego ya pasamos a otras cosas, pero empezamos por ahí.
¿Un perfecto desconocido es una novela feminista?
Sí, porque aunque el hecho sobre el que se construye sea una relación romántica no la desmerece como feminista. El amor forma parte de nuestra vida y reflexionar sobre cómo construimos las relaciones románticas es básico para entendernos como mujeres feministas. Para mí era importante mostrar la construcción de una relación en la que los ejes sobre la que se sustenta son la confianza y el aprender el aceptar como parte de una relación que es una apuesta de cada día, y aprender a aceptarlo como una relación romántica.
¿Con qué sensación le gustaría que se quedaran los lectores al leer este libro?
Sobre todo con la sensación de haber pasado un buen rato, es narrativa de entretenimiento. Si además te hace reflexionar sobre cómo construyes tus relaciones o en torno a qué cosas esperas de una pareja, o qué no estás dispuesto a aceptar, bien está.
¿Es el Valle de Lecrín inspirador para escribir?
Es una zona preciosa, sí que es un lugar inspirador. Está lleno de historia y poco se ha escrito sobre todo lo que se podría escribir sobre el Valle de Lecrín.
¿Ha pensado en ambientar en este lugar alguna novela o algún escrito?
Por ahora no. Me da mucho respeto escribir algo tan apegado a mí misma, creo que es algo por lo que se empieza, pero por ahora no lo tengo en mente.
